También tiene para los aliados occidentales de Tel Aviv: "cortará sus piernas" si cruzan "los límites", aunque no detalla cuáles son esas líneas rojas.
EEUU exprime la diplomacia con China, Turquía y Arabia Saudí para que le ayuden a disuadir a Teherán, que ha anunciado venganza tras el ataque con misiles a su consulado en Damasco, del que acusa a Tel Aviv.
"Es el único sistema que puede interceptar misiles balísticos" y "salvar vidas ucranianas depende de ello", según el ministro de Asuntos Exteriores de Ucrania, Dimitro Kuleba.
No se trató de una "situación de mala suerte en la que, ups, lanzamos la bomba en el lugar equivocado (...). Está "muy claro quiénes somos y qué hacemos", denuncia.
El canciller Scholz dijo que su gobierno está trabajando para esclarecer el incidente "con mucho cuidado, muy intensamente y muy rápidamente". Los misiles Taurus, el envío más polémico que Kiev le pide a Berlín, está en el centro del debate.
La administración Biden se inclina ahora por suministrar a Kiev misiles de largo alcance, un ruego muy viejo de Zelenski al que no se ha hecho caso antes por el riesgo de daños en suelo ruso y nuevas represalias de Moscú.