La esperanza de Ucrania de que lleguen los modernos F16 para reforzar la contraofensiva de Kiev pronto parecen desvanecerse: no hay posibilidad de que se utilicen este otoño e invierno.
Hay quien dice que ya ha empezado y quien la sitúa en verano, para organizarla mejor. Kiev prepara el terreno, integra las nuevas armas y ataca puntos clave de Rusia, un esfuerzo extraordinario porque la apuesta es estratégicamente vital.