Seguidora de Aguirre y Ayuso, afiliada al partido desde los 15 años y opuesta a la Ley Trans valenciana, reconoce que ha soportado comentarios transfóbicos en su partido.
¨Las disidencias sexuales son objeto de tanta violencia porque se escabullen de las dinámicas de poder que la norma pretende imponerles, disienten de los intentos de “normalización”.