Las visitas de representantes estadounidenses a Taiwán han sido constantes en los últimos dos años, pese a la polémica por el despliegue de Nancy Pelosi.
Tras anular la visita por los globos espía, el secretario de Estado ha ido a Pekín, se ha visto con Xi y vuelve hablando de respeto mutuo, sinceridad y esperanza. Claro, inestabilidad sigue habiendo, pero también consenso en que hay que "estabilizarla".
El jefe de la Comisión de Asuntos Exteriores del Partido Comunista de China, Wang Yi, se entrevista con el secretario de Estado de EEUU, Antony Blinken, en una visita que destensa las relaciones pero en la que las posturas de siempre no se alteran.
Tras la polémica entrevista en la que planteaba marcar distancias con la política de EEUU ante China, el presidente galo suaviza sus palabras desde La Haya.
Pekín insiste en que la mayor amenaza para a isla son los "separatistas" y enfatiza que está "listo para aplastar de forma decidida cualquier intento de interferencia extranjera".
La importancia estratégica y económica de la isla, reconocida como provincia china de forma mayoritaria, explica las tensiones recrudecidas en la zona.
Washington defiende que ha llevado a cabo un ejercicio en defensa de la "libertad de navegación consistente con el derecho internacional". Países como Vietnam, Brunéi, Indonesia o Malasia pelean por el poderío en la zona.
Esta pasada madrugada, el Consejo de Taiwán para Asuntos Continentales (MAC, por sus siglas en inglés) ha condenado el comienzo de los ejercicios y asegurado que no cederá ante las amenazas.
Tsai Ing Wen ha llegado al país en su "tránsito" hacia América Latina, pero Pekín insiste en hablar de "líneas rojas" y amenaza con tomar represalias por el viaje.