Pekín avisa a Washington: "China no puede hacer concesiones en la cuestión de Taiwán"
El jefe de la Comisión de Asuntos Exteriores del Partido Comunista de China, Wang Yi, se entrevista con el secretario de Estado de EEUU, Antony Blinken, en una visita que destensa las relaciones pero en la que las posturas de siempre no se alteran.
El jefe de la Comisión de Asuntos Exteriores del Partido Comunista de China (PCCh), Wang Yi, explicó hoy al secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, que su país "no puede hacer concesiones en la cuestión de Taiwán".
"Proteger la unidad nacional es siempre el núcleo de los intereses esenciales de China y de la misión histórica del PCCh", indicó el diplomático durante la reunión que ambos mantuvieron este lunes en Pekín, informó el diario local Global Times.
Wang pidió a Blinken, que llegó este domingo al país asiático para una visita de dos días, que Estados Unidos "respete la soberanía e integridad territorial de China" y que "se oponga a la independencia de Taiwán".
Asimismo, Wang explicó que "la causa fundamental del declive de las relaciones entre China y EEUU es que la parte estadounidense tiene una percepción errónea de China, lo que conduce a una política equivocada" y recomendó que el país norteamericano "reflexione profundamente" y trabaje con Pekín para "gestionar las diferencias y evitar accidentes estratégicos".
En opinión del jefe de la diplomacia china, "es imperativo que el consenso entre los dos jefes de Estado se ponga realmente en práctica" para evitar que las relaciones "sigan deteriorándose", en referencia a la reunión que mantuvieron el presidente estadounidense, Joe Biden, y su homólogo chino, Xi Jinping, en Indonesia en noviembre del año pasado.
"Debemos ser responsables ante el pueblo, ante la historia y ante el mundo, invertir la tendencia de deterioro de las relaciones entre China y EEUU y promover el retorno a una senda saludable y estable", aseveró Wang.
El veterano funcionario exhortó a Blinken a que Estados Unidos "no especule con la llamada 'amenaza china'" y a que no trate de "contener el avance científico" del país asiático, para lo cual solicitó la retirada de las "sanciones unilaterales ilegales" que Washington ha aplicado en los últimos tiempos contra empresas e individuos chinos.
Por su parte, Blinken indicó que Washington está dispuesto "a volver a la agenda establecida por los dos jefes de Estado en su reunión en Indonesia" y que espera "reforzar la comunicación", "gestionar las diferencias de forma responsable" y "cooperar en áreas de interés mutuo".
Tras la bilateral con Wang, el secretario de Estado de EEUU tiene en agenda sendas mesas redondas: una con estudiantes de su país que participan en programas de intercambio en China y otra con representantes de empresas estadounidenses que operan en el país asiático, de acuerdo al Departamento de Estado.
Sin embargo, ninguna de las partes ha confirmado si el secretario estadounidense se verá con Xi este lunes, último día de su visita.
El viaje de Blinken comenzó este domingo con seis horas de reunión con el titular de Exteriores, Qin Gang, con quien posteriormente compartió una cena de trabajo.
En ese encuentro, Qin advirtió al representante estadounidense de que las relaciones bilaterales "se encuentran en su punto más bajo desde el establecimiento de relaciones diplomáticas" y formuló "claras exigencias sobre los intereses esenciales y las principales preocupaciones de China, incluida la cuestión de Taiwán".
Mientras, Blinken invitó a su homólogo a visitar Estados Unidos, país en el que Qin fue embajador antes de ser ascendido a canciller a finales de 2022, y enfatizó "la importancia de la diplomacia y de mantener canales de comunicación abiertos en todos los ámbitos para reducir el riesgo de errores de cálculo", señaló el portavoz de la diplomacia estadounidense, Matthew Miller.
La visita de Blinken supone la de mayor rango de un funcionario estadounidense a China desde que el presidente del país norteamericano, Joe Biden, comenzó su mandato en 2021, un período en el que las relaciones bilaterales se han seguido deteriorando debido a tensiones comerciales, geopolíticas y económicas.