Se le puede odiar, rechazar, apoyar o admirar, pero está claro que Iglesias abrió el camino para que la política de la calle no estuviese tan alejada del Congreso.
La adolescente sueca Greta Thunberg se ha convertido con tan solo 16 años en una líder activista contra el cambio climático y en la cabecilla de un movimiento "sin precedentes". La hoy nominada al Premio Nobel de la Paz se dirigía así a los políticos, quienes ya la temen por su contundencia hablando de lo poco que hacen en materia medioambiental. Los jóvenes que han protagonizado la jornada de huelga contra el cambio climático de este nuevo 15-M, se han inspirado en su discurso para comenzar la lucha por un futuro mejor para el planeta. Porque como ella misma dice: "A veces, una única persona valiente puede ser la chispa que enciende el fuego que estaba esperando prenderse".
No nos resultará difícil ni extraño trabajar con quienes ya compartimos desde hace tiempo la calle. Y para ello, Podemos ha de ser generoso, inclusivo, pero sobre todo, valiente. No debe tener miedo a desdibujarse. Definirse por oposición a otros puede dar sensación de seguridad y fortalecer nuestra sensación de pertenencia, pero conduce al sectarismo y produce competencia y rivalidades.
Esto no solo va de ti o de Íñigo o de Teresa. Esto va de todos los que hemos aparcado nuestras vidas para crear un proyecto común, de los muchos que han puesto su ilusión en nuestras manos y de los muchos más a los que tenemos que convencer de que somos la única alternativa de futuro capaz de cumplir las expectativas de la mejora de su vida.