Los ataques rusos contra los flancos de las fuerzas ucranianas que combaten en la provincia de Zaporiyia obligan a desplegar más artillería para resistir estos envites.
Kiev habría superado en el frente de Zaporiyia la primera línea de defensa rusa, la de mayor densidad de minas, y afronta ahora la tarea de romper una segunda línea con menos trincheras y menos artefactos explosivos. Moscú niega toda pérdida.
Ucrania avanza en el sur, a la espera de más ayuda militar de EEUU. Moscú reconoce un ataque a gran escala Zaporiyia y cita a los países africanos para tenerlos a su lado.
La primera semana formal de contraofensiva arroja la recuperación de siete pueblos rurales sin importancia estratégica y feroz resistencia rusa. Los aliados dicen que su ayuda "marca la diferencia" en el campo de batalla y que la mantendrán.
Kiev alerta de que la explosión de la presa amenaza la seguridad de la central nuclear de Zaporiyia. Zelenski convoca una reunión de emergencia del Consejo de Seguridad Nacional.
"Estos principios no van en detrimento de nadie y benefician a todos. Evitar un accidente nuclear es posible", dice el organismo de la ONU a Kiev y Moscú.
El jefe del OIEA visita Zaporiyia con Zelenski y advierte también de que la situación de la planta "no está mejorando". Siguen los combates, sigue el peligro.
El G7 reafirma también su apoyo financiero a Kiev con la creación de un fondo conjunto, en una reunión con Zelenski, que propone una cumbre de paz global.
Kiev cree que Moscú se está "preparando" para abandonar la central nuclear, pero el Kremlin lo niega, mientras arrecian los ataques en los alrededores del recinto.