Tres meses de contraofensiva de Ucrania: avances lentos pero seguros
Kiev habría superado en el frente de Zaporiyia la primera línea de defensa rusa, la de mayor densidad de minas, y afronta ahora la tarea de romper una segunda línea con menos trincheras y menos artefactos explosivos. Moscú niega toda pérdida.
Mientras Rusia insiste en que la contraofensiva ucraniana es un fracaso con un coste humano muy alto, imágenes geolocalizadas indican que las tropas de Kiev han avanzado en algunos lugares a posiciones más allá de las zanjas antitanques y dientes de dragón de la defensa rusa en la región suroriental de Zaporiyia.
"La ofensiva es un proceso largo y la guerra también es larga. Nuestra ofensiva está en marcha. En algunos lugares se superan ciertas posiciones, y en otros, la primera línea de defensa (rusa). Seguimos", escribió hoy la viceministra de Defensa ucraniana, Hanna Maliar, en su cuenta de Telegram. Son avances que pueden parecer lentos, pero son seguros.
Según Maliar, las personas que leen noticias sobre la contraofensiva ucraniana, que cumplió ayer tres meses, creen que esta se ha prolongado en el tiempo. "Pero en realidad, se trata de un proceso muy dinámico y activo", aseguró.
Y mientras los militares comentan la marcha de la contraofensiva, el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, trata de animar a sus tropas en el campo de batalla.
Así, este martes el mandatario ucraniano visitó la línea del frente cerca de Bajmut, en la región de Donetsk, en el marco de una visita a las tropas en Donetsk y Zaporiyia.
Objetivo: romper la segunda línea
A día de hoy, Ucrania habría superado en el frente de Zaporiyia la primera línea de defensa rusa, que era también la de mayor densidad de minas, y afronta ahora la tarea de romper una segunda línea donde Rusia habría cavado menos trincheras y sembrado menos artefactos explosivos.
"La densidad de los campos de minas es más baja", ha reconocido el portavoz del grupo operacional estratégico Tavria de las Fuerzas Armadas de Ucrania, a cargo de la zona sureste del frente, Oleksandr Shtupun.
El portavoz militar ucraniano advirtió, sin embargo, de que "la cantidad" de minas sembradas por el enemigo en esta segunda línea de defensa "es aun así bastante grande".
Mientras, Rusia sigue negando el avance ucraniano, aunque reconoce que la situación es "tensa" en Zaporiyia y que Ucrania ha comenzado a enviar sus reservas estratégicas a la región a fin de conseguir algún éxito.
Según Moscú, precisamente en ese sector del frente sus fuerzas lograron destruir por primera vez un tanque británico Challenger 2. De acuerdo con el periódico The Guardian, se trataría de la primera vez que uno de esos blindados es destruido en combate desde que se desplegó por primera vez en 1994.
Elevadas bajas: nadie se escapa
En tanto, ambos bandos suman cada día elevadas bajas entre acciones ofensivas y de defensa en el frente.
Según el ministro ruso de Defensa, Serguéi Shoigú, las fuerzas rusas "han ocasionado un número significativo de bajas a las unidades ucranianas" en los últimos tres meses.
"Desde el comienzo de la llamada contraofensiva las bajas del enemigo superaron 66.000 personas y 7.600 equipos bélicos", puntualizó al señalar que Kiev "intenta ocultar el fracaso de la ofensiva" con ataques a objetivos civiles, que presentan como victorias militares.
Mientras, según el Estado Mayor General ucraniano, solo en la última jornada el Ejército ruso sufrió 560 bajas mortales, que llegarían a 265.000 desde el inicio de la intervención militar de Moscú en febrero de 2022.
Sin paz a la vista
Y mientras siguen los combates, cada vez más políticos advierten de que la guerra no tiene una solución diplomática en un futuro próximo.
El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, afirmó este martes, tras reunirse el lunes con su homólogo ruso, Vladímir Putin, que no ve perspectivas "prometedoras" de que la paz entre Rusia y Ucrania se logre en un futuro previsible.
"Desafortunadamente, la guerra que ya dura un año y medio continúa. No se vislumbran perspectivas prometedoras para la paz en el horizonte", dijo Erdogan.