La persistente dependencia de los combustibles fósiles pone en peligro la salud de las generaciones actuales y futuras, según el último estudio de 'The Lancet'.
Sólo en Europa se han detectado unos 12.000 casos de una enfermedad que ya se considera emergencia mundial. La OMS alerta: "Las vacunas por sí solas no acabarán" con ella.