La líder de los Verdes germanos visita Shirókino, una antigua aldea costera del mar de Azov capturada por fuerzas prorrusas en 2014 y recuperada en 2015 por Kiev.
Un llamamiento que sirve de calentamiento ante la llamada que hoy mantendrán el presidente de EEUU y su homólogo ruso, Vladimir Putin, sobre esta crisis.
Los uniformados toman posiciones. ¿Para qué? Kiev y EEUU temen una eventual invasión, pero Moscú denuncia que es su vecino quien quiere hacer cosas por la fuerza.