La Duma pide a Putin reconocer a separatistas prorrusos del Donbás
Ese aval a la autoproclamación de las repúblicas de Donetsk y Lugansk supondría el abandono de los acuerdos de Minsk, avisa Kiev.
La Duma estatal de Rusia ha respaldado el martes una resolución que pide el reconocimiento diplomático de las Repúblicas Populares de Donbas, las de Donetsk y Lugansk, prorrusas. Un paso que ha aumentado las tensiones entre Rusia y Ucrania cuando hay avisos de una invasión inminente. La medida se conoce horas después de que el Ministerio de Defensa ruso haya anunciado la retirada de parte de las tropas que tenía en la frontera con su vecino, lo que se había entendido como un gesto de distensión.
La moción del parlamento ruso exige que el presidente Vladimir Putin reconozca formalmente las Repúblicas Populares de Donetsk y Luhansk, que declararon su independencia de Ucrania en 2014. Ningún otro país reconoce actualmente estas zonas como estados soberanos.
La moción, propuesta inicialmente por la oposición parlamentaria comunista, atrajo el apoyo de los cinco partidos de la Duma, incluido el presidente Vyacheslav Volodin. “Los tiroteos continúan, la gente muere”, dijo Volodin en la aplicación de mensajería Telegram en el período previo a la votación. “Debemos encontrar una solución”.
La resolución no es vinculante y ahora se enviará a Putin para recibir comentarios al respecto. Por eso los expertos locales y los internacionales avisan de que el paso dado por la Duma no significa el respaldo del Kremlin a estos separatistas ni significa que el proyecto de ley va más allá. Al menos, no por ahora.
“Tal como está, es principalmente propagandística”, ha afirmado Konstantin Skorkin, un experto en Donbass del centro de estudios Carnegie Moscow Center, al diario The Moscow Times. “Los Acuerdos de Minsk son mucho mejores para Rusia que para Ucrania, pero es útil para Moscú mostrarle a Kiev que podría abandonarlos, si es necesario”, indica, en relación con un documento pactado entre Moscú y Kiev, con la anuencia de París y Berlín, firmado en 2015 y hoy estancado, que garantizaba supuestamente un alto el fuego en la zona y que hoy, a la luz de estas novedades, puede quedar roto, avanza el Ministerio de Exteriores de Ucrania, que aún estudia el texto.
En virtud de los Acuerdos de Minsk, las Repúblicas Populares de Donbas regresarán al control ucraniano con una amplia autonomía como parte de un eventual acuerdo político. Rusia esperaba que un Donbás autónomo dentro de Ucrania evitaría que Kiev se moviera decisivamente hacia Occidente, al mismo tiempo que reforzaría las fuerzas prorrusas en la política ucraniana. Sin embargo, ni Ucrania ni Rusia han cumplido sus obligaciones bajo lo pronetido en Minsk y las negociaciones sobre los acuerdos se han congelado hace mucho.
Pero con el reconocimiento diplomático equivalente al apoyo de Moscú a la independencia de Donbas que se hace oficial, por lo que Kiev entiende que Rusia está coqueteando con la renuncia efectiva al acuerdo y, con ello, a un frágil proceso de paz en el este de Ucrania.
Qué puede acarrear
El reconocimiento diplomático por parte de Moscú implicaría el reconocimiento de las fronteras reclamadas oficialmente por las Repúblicas Populares, incluidas las áreas controladas por Ucrania.
Dado que la mayor parte de la población de Donbás ahora son ciudadanos rusos bajo un esquema de naturalización acelerado introducido por Moscú en 2019, el reconocimiento podría proporcionar a Rusia un pretexto para intervenir más abiertamente en Donbás, para proteger a sus propios ciudadanos, por así decirlo.
Sin embargo, algunos analistas han argumentado que el reconocimiento de Donbás no es útil para el Kremlin en un momento en que la política rusa está orientada hacia un cambio político fundamental en Kiev, en lugar de simplemente asegurar Donbas.