El presidente de Bielorrusia llega al aniversario reforzado por su alianza creciente con Rusia, que lo usa en su ataque a Ucrania, y por las complicaciones de sus opositores de plantarle cara: el precio es el exilio, la cárcel o la muerte.
Soldados chinos aterrizaron el pasado sábado en territorio bielorruso en el marco de la realización de una serie de maniobras "antiterroristas" conjuntas.
"Las unidades y unidades de las Fuerzas Armadas de Bielorrusia están listas para usar armas nucleares especiales", sostienen los mandos militares del país satélite de Moscú.