Los presidentes de Rusia y de Bielorrusia suscribieron un tratado con garantías mutuas de seguridad que contempla, entre otras cosas, el posible uso de armamento nuclear en caso de amenaza externa.
Teniendo en cuenta que la producción en serie estará en plena marcha en la segunda mitad de 2025, será entonces cuando sean trasladados a silos construidos en tiempos soviéticos.
Dice que Moscú y Minsk los mandan para causar problemas en la frontera y aboga por una medida que va contra el derecho internacional. Está por ver si Bruselas acepta, justo cuando plantea copiar políticas poco humanas como la italiana.
El presidente bielorruso, Alexander Lukashenko, afirma que las recientes modificaciones en la política nuclear rusa eran necesarias para frenar a Occidente.