Frente a los bulos, más transparencia y mejor democracia
"No hay mordazas ni censura de ningún tipo; lo que hay es un reto para proteger el derecho a la libertad de expresión, el derecho a recibir una información veraz y el derecho a la crítica".
El pasado miércoles el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, presentó ante el pleno del Congreso de los Diputados un plan de acción para ayudar a proteger y fortalecer nuestra democracia, dotándola de más medios para garantizar la transparencia y rendición de cuentas.
Un plan que va en concordancia con el Plan de Acción para la Democracia Europea, puesto en marcha por la Comisión Europea, que se desarrolla a través de varios Reglamentos y Directivas comunitarias, con el objetivo de fortalecer nuestras democracias mediante la promoción de elecciones libres y justas; la lucha contra la desinformación y el refuerzo de la libertad de los medios de comunicación.
Como recordó el presidente en sede parlamentaria, las democracias se están viendo seriamente amenazadas por el auge de los extremismos, que intoxican el debate público propagando fake news y bulos con el único objetivo de deslegitimar las instituciones, polarizar el debate público y socavar nuestra convivencia.
Y es que la desinformación supone una seria amenaza hacia cualquier sistema democrático, puesto que afecta a las instituciones, a la economía y a la seguridad nacional, y vulnera nuestros propios derechos fundamentales como el de información, gracias al cual podemos formarnos una opinión pública libre, indisolublemente unida al pluralismo político propio de cualquier Estado democrático.
Si analizamos los resultados del Eurobarómetro sobre democracia publicados en diciembre de 2023, para el 38% de las personas encuestadas la información falsa o engañosa supone una amenaza grave para la democracia. En segundo lugar, la desconfianza y el escepticismo hacia las instituciones democráticas, con un 32%. Por otra parte, cuando se les preguntó con qué frecuencia han estado expuestos a noticias falsas en los últimos siete días, un 13% respondió “muy a menudo” y un 22%, “a menudo”. Llama la atención que casi uno de cada tres encuestados en nuestro país (el 31%) considera que “a menudo” están expuestos a la desinformación.
Con estos datos encima de la mesa, es necesario que desde las distintas instituciones y Estados europeos se adopten medidas encaminadas a reforzar la confianza de la ciudadanía en estas instituciones, así como al fortalecimiento de los medios de comunicación, potenciando su independencia, transparencia y pluralidad, como medida para mitigar la desinformación. En ello están el Consejo, el Parlamento Europeo y, por supuesto, el Gobierno de España. La Agenda Estratégica Europea fija como una de sus prioridades la defensa de la democracia.
Afrontar este gran desafío requiere del primer partido de la oposición y de sus dirigentes abandonar su táctica de deslegitimación, descalificaciones e insultos junto con la búsqueda de la destrucción personal del adversario político, utilizando de manera infame y cruel el daño a la reputación de familiares que no tienen otra culpa que el hecho de serlo.
Un Partido Popular que rompa con la ultraderecha de VOX derogando las medidas que devuelven al pasado retrógrado aprobadas en sus gobiernos de coalición, sería un buen primer paso.
Pero no estamos empezando bien. El PP europeo votó a favor del Reglamento de Libertad de los Medios de Comunicación en Estrasburgo, por lo que ahora el Partido Popular de Núñez Feijóo debería explicar qué le impide apoyar unas medidas que están alineadas con una legislación europea que es de obligado cumplimiento y que necesitará de las pertinentes modificaciones legislativas y desarrollo reglamentario para incorporarlo a nuestro ordenamiento jurídico.
Estas medidas no suponen ni “el mayor ataque a la libertad de información de la democracia en nuestro país”, ni “acallar a la prensa”, como dijo Núñez Feijóo. Todo lo contrario. No hay mordazas ni censura de ningún tipo; lo que hay es un reto para proteger el derecho a la libertad de expresión, el derecho a recibir una información veraz y el derecho a la crítica. Para garantizarlo, el papel de los profesionales de la información y de los medios es esencial, ya sea para protegerlos frente a posibles injerencias como para garantizar su transparencia, ya sea para defender la pluralidad informativa.
Como afirmó el portavoz del Grupo Parlamentario Socialista, Patxi López, en el mismo debate del pasado miércoles de lo que se trata con estas medidas es que “los que nos dedicamos a la política -porque queremos mejorar la vida de la gente-, pongamos los medios para que la mentira, los bulos, la difamación y el odio no ganen esta batalla”.
El Gobierno comenzará el próximo lunes la ronda de reuniones con todos los grupos parlamentarios con la voluntad de compartir y acordar. Defender nuestra democracia es construir, aportar, dar respuestas a los problemas y enfrentarse a los retos que tenemos. Y en esto vamos a trabajar din descanso.
Isaura Leal es secretaria segunda de la Mesa del Congreso y diputada socialista por Madrid