El cambio del reloj interno en personas de 60 obliga a cambiar los tiempos del sueño para alcanzar la longevidad
Los expertos aconsejan 7-8 horas por su salud física y mental.
Los bebés duermen más de 14 horas al día. Los adolescentes nunca tienen sueño por la noche, pero pueden dormir hasta el mediodía sin problema. Para los adultos conseguir dormir 7-8 horas es un lujo por falta de tiempo. Y de los ancianos siempre se ha dicho que no necesitan dormir tanto.
Esta última afirmación es la que se rebate desde la National Sleep Foundation —la Fundacion Nacional del Sueño— de Estados Unidos que insiste en que dormir es de vital importancia, en cualquier etapa de la vida, pero especialmente en la vejez pues el descanso tiene un impacto directo en la salud física y mental.
Las necesidades de los mayores en cuanto a horas de sueño son similares a las de un adulto joven, entre 7 y 8, aunque las personas mayores de 60 años suelen cansarse más temprano y también se despiertan más temprano; es lo que se conoce como "avance de fase".
Además, según esta organización, los adultos mayores pasan más tiempo en las primeras etapas del sueño, más ligeras, y menos tiempo en las últimas etapas, más profundas, por eso se despiertan con más frecuencia durante la noche. Esas interrupciones no permiten un sueño tan reparador y por ello echarse pequeñas siestas les sirve para reponer energía y relajarse.