El saludo se ha convertido en una coreografía en la que intentas ponerte de acuerdo con la otra persona: ¿besos sí o no? ¿Antes la seguridad o no parecer borde?
Los gestos solidarios han dado paso a las ofensas y amenazas a vecinos, sobre todo si son sanitarios. La sociología puede explicar (no justificar) estas actitudes.
Las sociedades menos desiguales son las más preparadas y competitivas, y mientras tengamos estos niveles de desigualdad no podremos competir con el resto del mundo.
Ha acabado la crisis, o eso nos cuentan, pero cada dato que conocemos nos reafirma en que quedan demasiados versos sueltos para componer un poema medianamente legible.