El espionaje con el software de la empresa israelí NSO Group generó una gran tormenta, pero ha tenido muy pocas consecuencias y, sobre todo, ha dejado una atmósfera cubierta de nubes y a las víctimas esperando justicia. Quedan muchas preguntas sin responder.
El Departamento de Defensa ha reconocido esta noche que compromete información "altamente confidencial y clasificada" supone "un riesgo muy grave para la seguridad nacional".
La medida sigue los pasos de otros países que han impuesto restricciones a la aplicación china como Estados Unidos, Nueva Zelanda, Reino Unido o la Unión Europea.
El FBI intentó primero examinar los restos del objeto, pero ha tenido que ser el Ejército el que logre acceder a la "carga útil", a la parte del aparato.
El artefacto, que se sospecha sea un dispositivo espía, cayó al mar el sábado y hasta ahora no se sabía nada de él. Su aparición abrió un conflicto diplomático entre Pekín y Washington.
Dos diarios suizos desvelan el papel del religioso en Ginebra, cuando representó al Patriarcado de Moscú. Hoy es un ferviente partidario de la invasión de Ucrania.
Se ampara en la ley de Secretos Oficiales y no contesta ni a Puigdemont, uno de los supuestos espiados. Defiende que los servicios secretos se guían por “el principio de legalidad”.
Los servicios secretos pincharon el teléfono del líder del Partido Socialista, la tercera fuerza política en el país, y de varios periodistas. El Parlamento analizará lo ocurrido.