El jefe de los espías ucranianos explica cuál es la gran diferencia con Rusia
La fuerza de los ucranianos es la confianza en sí mismos, la motivación para luchar por su país y un enfoque atípico en la toma de decisiones, que los rusos no tienen.
El jefe de la inteligencia militar ucraniana, el GRU, Kyrylo Budanov, ha intentado exponer una radiografía de situación de la guerra de invasión lanzada por Rusia contra su país en febrero de 2022. En él, además de evaluar cómo van las cosas, ha explicado la gran diferencia entre los dos adversarios. Es doble: en Rusia existe una fatiga de la guerra en un nivel que no es comparable con Ucrania, donde la moral sigue alta, y la confianza en sí mismos es alta en Kiev, frente a sus invasores.
Budanov, según recoge la agencia Interfax-Ucrania, afirma que la fuerza de los ucranianos es esa confianza en sí mismos, la motivación para luchar por su país y un enfoque atípico en la toma de decisiones, que los rusos no tienen. Según dijo, Ucrania es un país de oportunidades. "Cuanto más vivo, más lo veo: aquí todo es posible. Miles de drones se han fabricado desde cero. ¿Quién hubiera pensado eso hace dos años? Nuestra fuerza reside en nuestro enfoque no estándar y en la convicción de que podemos hacer cualquier cosa", indicó.
Frente a eso, el responsable de la inteligencia militar de Ucrania cree que en Rusia existe una fatiga de la guerra, porque el conflicto ya ha afectado a una gran parte de la población rusa, no sólo con la ofensiva en Kursk, sino por los drones en el corazón de la Federación, que ya cosecha hasta muertos en Moscú. En su opinión, el estado sociopsicológico de la población rusa también se vio afectado por los esfuerzos de Ucrania de trasladar las hostilidades al territorio de Rusia.
"Esto ha cambiado la visión del mundo (de los rusos). Antes, toda la población rusa vivía en el paradigma de que, pase lo que pase, somos un país muy poderoso, somos los más fuertes del mundo. Y ahora, con las primeras explosiones, digamos, en Moscú y en el territorio de la Federación Rusa, este mito ha sido destruido", sostuvo.
Lo que está por venir
Rusia, añadió, quiere terminar la guerra a finales de 2025 o principios de 2026 con una victoria, ya que a partir del verano del próximo año empezará a tener "serios problemas" en la economía y será necesaria una movilización que puede socavar la sotuación sociopolítica en el país.
"El cambio del (año) 2025 al 2026 es clave para ellos (los rusos). Quieren acabar con todo esto, porque según sus propios cálculos, si Rusia no sale de esta guerra como vencedora condicional, está muy lejos (...) de la posibilidad de ser una superpotencia, a lo que aspiran", dijo el jefe del GRU.
Citando documentos rusos, Budanov señaló que, si Rusia no gana a finales de 2025, en el mundo sólo quedarán dos superpotencias: Estados Unidos y China, y no habrá lugar para la Federación Rusa.
"Son conscientes de ello. Para ellos es un período clave. Por eso, harán todo lo posible para ganar. De lo contrario, se alejan de absolutamente todos los procesos mundiales. Lo único con lo que pueden contar es con el liderazgo regional, y eso no les conviene", sentenció.
Budanov señaló que Rusia prevé, según sus propios documentos, que "todos sus problemas comenzarán en el verano del año 2025", ya que se juntarán tanto el factor financiero y económico como el factor sociopolítico. "Se prevé que en torno al verano de 2025, el impacto negativo en la economía comenzará a sentirse con fuerza en su país", afirmó.
Según el jefe del GRU, en Rusia, el problema del reclutamiento insuficiente en el ejército suena cada vez más agudo. "En este período (verano de 2025), se enfrentarán a un dilema: o anunciar la movilización, o reducir de algún modo la intensidad de las hostilidades, que en última instancia puede ser crítica para ellos", concluyó.