Según el viejo dicho "if it bleeds, it leads", que se traduciría como si sangra, manda, las historias de violencia, tragedias y corrupción reciben la máxima cobertura porque se entiende que son hacia las que el público se siente más atraído. Lo cual no sólo es erróneo en el sentido fáctico y ético. Además es un tipo de periodismo repugnante.