El Brexit sigue adelante... a pesar de 4 millones de firmas
El Parlamento británico ha debatido este lunes la celebración de un nuevo referéndum sobre la permanencia o la salida de Reino Unido de la Unión Europea. Y no ha habido sorpresa. A pesar de que los promotores de la iniciativa pro-europea habían logrado reunir 4 millones de firmas, los diputados sólo estaban obligados a debatir la propuesta: el debate no es vinculante y ni siquiera se produce votación sobre el mismo. El Brexit, pues, sigue adelante.
Así lo ha recalcado David Davis, el ministro británico encargado de gestionar el divorcio entre Reino Unido y la Unión Europea. “No habrá ningún intento de retrasar, frustrar o pervertir la voluntad del pueblo británico. Tampoco habrá un segundo referéndum porque a algunos no les haya gustado el resultado del primero”, dijo en rueda de prensa.
El Ministro del Brexit cortó así el paso a la esperanza de quienes confiaban en que prosperase la idea de una nueva votación. Los 4 millones de firmas recogidas a través de internet sostienen la idea de que el referéndum anterior no es válido, puesto que la propuesta de abandonar la UE recibió solamente el 51,9% de los sufragios. Para los promotores, el porcentaje lógico sería de al menos un 60%.
Davis aseguró que, con el Brexit, Reino Unido recuperará soberanía, pues “decidiremos sobre nuestras fronteras, sobre nuestras leyes y sobre el dinero de los contribuyentes”. El ministro afirmó también que tras la salida, el Reino Unido “nunca dará la espalda a sus socios europeos”.
El Brexit, en cualquier caso, no será efectivo hasta, al menos, 2019. La premier británica, Theresa May, señaló que no solicitará la activación del artículo 50 del Tratado de Lisboa hasta principios de 2017, dando inicio así al proceso de negociación sobre los términos de la salida de un país miembro de la UE.
EL MOVIMIENTO PRO-EUROPEO SIGUE MOVIÉNDOSE
La existencia de un plazo razonable de tiempo hasta que el Brexit se consume da alas a la esperanza de quienes apuestan por la permanencia del Reino Unido en el club europeo. El pasado sábado, sin ir más lejos, el europeísmo británico lució músculo con manifestaciones simultáneas en varias ciudades del país.
Miles de personas participaron en las marchas convocadas en Londres, Birmingham, Oxford, Cambridge y Edimburgo y llenaron las calles de banderas azules de la UE, de advertencias sobre las consecuencias que la salida tendrá para el país y de críticas contra el “nacionalismo” y el “racismo” que consideran hay detrás de buena parte del voto pro-Brexit.
Entretanto, figuras políticas tan importantes como Tony Blair animan a los partidarios de la permanencia a seguir movilizados. En declaraciones a una radio francesa, el ex primer ministro conminó a los europeístas a “continuar con el debate” y reclamó el derecho de los británicos a “cambiar de idea” sobre el Brexit.