El alimento estrella de España en peligro

El jamón ibérico es uno de los manjares de España más demandados a nivel internacional. Según datos de Embutidos España, este producto ha sido el que más ha crecido en facturación, representando el 78,4% de las ventas al extranjero, un 5% más con respecto a 2021. Sin embargo, pese al crecimiento que ha experimentado la industria a lo largo de los últimos años, el cambio climático y la sequía hacen peligrar el futuro de la producción.

Tanto la agricultura como la ganadería han advertido de las repercusiones directas que las altas temperaturas, la sequía y otros problemas provocados por el cambio climático están teniendo en las producciones alimentarias españolas. Pese a la búsqueda de soluciones efectivas, cada vez resulta más complejo lidiar con la problemática del campo, poniendo en jaque la supervivencia de la gastronomía del país.

El jamón ibérico de bellota se vende al por menor a más de 100 euros el kilo. Este producto se genera exclusivamente a partir de cerdos de patas negras, que deben pasar el último mes de su vida alimentándose de bellotas en la dehesa, un tipo de robledal propio del oeste y noroeste de España.

Sin embargo, este tipo de alimentación del cerdo es el foco del problema que enfrenta la industria cárnica, ya que cada vez existen menos cantidad de bellotas para alimentar a los cerdos destinados a dicho fin, que, según The Guardian, existen en igual número que la población española.

Estos animales deberían disponer de al menos una hectárea de terreno para pastar, pero la sequía está provocando un problema de escasez de bellota en los campos. Obligados por esta situación, los ganaderos han tenido que reducir el número de ejemplares con el fin de garantizar la correcta alimentación para producir jamón ibérico de bellota con todas las garantías.

Si la situación climática persiste, el tiempo inusualmente cálido en España alertado por la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) provocará que las encinas sigan produciendo cada vez menos bellota, agravando la situación.

Este impacto del cambio climático en nuestros campos no sólo afecta al jamón. Cada vez son más los casos de producciones cada vez más escasas, como el aceite de oliva.