Portugal desperdicia montañas de huesos de aceituna y encuentra la solución en España
Un estudio afirma que este desperdicio "puede generar energía para abastecer a más de 100.000 hogares españoles".
Cuando se observa a un olivo, se piensa en cuantos litros de aceite pueden producir. Pero estos frutos no sólo ofrecen "oro líquido". Cuando se muelen, se centrifugan y se prensan las aceitunas, sólo queda el hueso. En Portugal, su ministra de Medio Ambiente, Graça Carvalho, ha anunciado que a partir de este 2025, Portugal cambia la clasificación de estos huesos de residuo a subproducto.
Según el medio portugués Publico, este residuo representa el 13% de la masa total de una oliva. "Si se consigue una recogida de 1,2 millones de toneladas de aceitunas, se obtendría una producción de 170.000 toneladas de aceite y un volumen de hueso de 156.000 toneladas también", afirma en declaraciones al diario Susana Sassetti, directora de la Asociación de Olivicultores y Almazaras de Portugal. En consecuencia, hay montones de vertederos de estos desperdicios por los campos portugueses.
En España, ya se considera un subproducto. Bruno Cantinho, director ejecutivo de una empresa de aceites en Portugal, afirma al medio que el hueso de aceituna "es excelente" para ser utilizado como biomasa.
Así, esta reclasificación "se basa en la lógica de la economía circular y de promoción del uso de las energías renovables, en especial la biomasa", tal como afirma la ministra portuguesa. "No considerarlo como un subproducto significa una pérdida de competitividad para nuestro país", concluye. El proceso comenzará a llevarse a cabo en los primeros meses del año.
Según un estudio español, escrito por el consultor agrícola Juan Vilar, la recogida de aceitunas proporciona unas 450.000 toneladas de residuos, de las que se venden 323.000. "El hueso de oliva genera energía para abastecer a más de 100.000 hogares españoles y su comercialización como biocombustible ya impulsa un negocio que supera los 50 millones de euros".
También, "se aplica en la construcción de edificios. El uso de este material permite no sólo reducir la densidad de los materiales de construcción, haciéndolos más ligeros, sino también mejorar el aislamiento térmico". El medio pone de ejemplo una cancha de futbol francesa construida en 2020 en Francia, y hecha con huesos de aceituna, algo que "no supone ningún riesgo para la salud".
