Trump "no descarta" recurrir al Ejército para hacerse con Groenlandia o el canal de Panamá 

Donald Trump no descarta tener que recurrir a medidas de presión militar o económica para poder controlar el canal de Panamá o el archipiélago de Groenlandia. Así lo ha afirmado en una comparecencia ante los medios en su mansión de Mar-a-Lago a días de su toma de posesión como presidente de EEUU.

"No, no puedo descartar ninguna de esas dos" medidas, ha apuntado el presidente electo, dejando en el aire una potencia intervención militar. "Lo que sí puedo decir es que necesitamos (el canal de Panamá y Groenlandia) para nuestros intereses económicos", ha añadido en respuesta a la importancia de ambos enclaves. 

En el caso de Groenlandia, se trata de un territorio ártico dependiente de Dinamarca y sobre el que el magnate se ha mostrado interesado hasta el punto de plantear su compra, pese a la indignada respuesta por parte danesa. Allí, EEUU cuenta con una base militar estratégica para la influencia en el Polo Norte.

Precisamente, su hijo mayor, Donald Trump Jr. llegaba este mismo martes a Groenlandia en plena 'tormenta diplomática' y como medida de presión por las intenciones del magnate republicano.

En cuanto al canal de Panamá, Trump ha apuntado que, tal y como está configurado actualmente "es una desgracia". "El Canal de Panamá fue construido para nuestro Ejército", ha proseguido en su explicación ante los medios, para los que ha tildado de "vital" para EEUU su control.

Lo ha hecho lamentando que el entonces presidente Jimmy Carter, recientemente fallecido, cediese el control de este estratégico paso durante su mandato (1977-1981) por un dólar, a cambio "supuestamente" de que a Estados Unidos "se le tratase bien".

Para Donald Trump "fue un gran error", por lo que ya cuenta sobre la mesa con un plan para tratar de recuperar el control del canal. "Está siendo operado por China. Se lo entregamos a Panamá, no a China, y han abusado de ese regalo. Nunca debió haberse tomado esa decisión", un "gran error" para el que ya tendría un plan sobre la mesa de cara a su posible 'recuperación'.

En una comparecencia con vocación de adelanto de la que será su política exterior, el expresidente y futuro mandatario ha querido dejar constancia de su intención de cambiar de nombre el golfo de México, que pasará a llamarse golfo de América.

Se trata, en sus palabras, de una modificación "apropiada" con "un nombre tan bonito" en lo que supone un nuevo gesto para marcar distancia con México, país al que ha vuelto a instar a frenar el flujo de "millones" de migrantes. De no hacerlo, ha advertido Trump, su vecino del sur se arriesga a nuevos aranceles, como los podría sufrir Canadá, el vecino del norte.