A mal síndrome premenstrual, buena cara
Equilibra. Si las hormonas te generan agresividad o nerviosismo, ten preparada una lista de actividades que provoquen en ti el efecto contrario: hacer deporte, quedar con amigas, salir al cine, irte a un Spa, fantasear y preparar una posible escapada...
Muchas mujeres sufren sintomatología premenstrual, y las personas que conviven con ellas, sufren sus consecuencias. ¡¡¡Horror!!! Y muchas de ellas me preguntan en la consulta que qué hacer durante esos días, que a veces ni se reconocen por cómo les cambia el carácter.
Además de los síntomas más físicos como la hinchazón de las mamas, la retención de líquidos o dolores de cabeza, se presentan otros síntomas más relacionados con el estado emocional: dificultad para concentrarse, estados de irritabilidad y nerviosismo, problemas para conciliar el sueño, agresividad, tristeza, cansancio y altibajos en el estado de ánimo. Hay que diferenciar entre lo que es una sintomatología premenstrual, que afecta a un porcentaje alto de las mujeres, del síndrome que atiende a un patrón más estable.
A las mujeres les cuesta hacer atribuciones del tipo "estoy irritable, esto es porque me va a venir la regla". Y lo más común es atender a la emoción como si fuera un estado propio de ellas. En el momento en el que no sabes por qué te encuentras así y empiezas a darle vueltas al motivo, incrementas tu malestar. No tener respuesta a lo que te pasa te hace sentir peor.
No puedes atacar y luchar contra tus cambios hormonales, pero sí podemos trabajar para atenuar sus consecuencias.
1. Haz atribuciones correctas: "Estoy así porque las hormonas me ponen triste, sé que es pasajero. Dentro de unos días estaré como siempre, más feliz que una perdiz". ¡Échale la culpa a las hormonas! No estás perdiendo la cabeza, solo sufres las consecuencias de unos cambios que en nada habrás superado.
2. Acepta que las hormonas tienen la capacidad para cambiarte el ánimo. No te enfades, ni con tu estado anímico. Al contrario, déjalo estar. Sé benevolente contigo misma. Cuanto antes dejes de darle importancia, antes podrás centrar la atención en lo que te produzca placer y tranquilidad.
3. Equilibra. Si las hormonas te generan agresividad o nerviosismo, ten preparada una lista de actividades que provoquen en ti el efecto contrario: hacer deporte, quedar con amigas, salir al cine, irte a un Spa, fantasear y preparar una posible escapada...
4. Ponte guapa. Estás hinchada, cansada, triste... lo último que puedes hacer es dejarte y verte ante el espejo con peor cara. Eso desanima aún más.
5. Aplaza tus conflictos o temas pendientes que puedan generar discusión. Tienes 30 días al mes para resolver conflictos. Si en estos días estás especialmente sensible, no mentes al diablo. Puedes conversar, discutir o negociar cualquier otro día en el que tu estado anímico no tenga ganas de romper platos o mandar a alguien al fin del mundo.
6. Avisa. Tú puedes saber qué te pasa, pero tu pareja, tu madre o compañero de trabajo, no. Las personas alrededor tuyo pueden no saber que estás en los días montaña rusa. Un comentario suave como "no es el momento" o "perdona si estoy más irritable, mis hormonas me están matando", permitirá que todos tenga más paciencia o que esperen el momento adecuado para plantearte algo. ¿Por qué no vamos a hablar de las hormonas si en la tele hablan de las hemorroides, y son mucho más desagradables? Puro marketing :)
7.Pide a los demás o da directrices, en un tono conversacional y cariñoso, de cómo necesitas ser tratada en estos días.
8. Aprende a funcionar con estados emocionales adversos. Sí, se trata de darte cuenta que puedes trabajar, pasear, reír, tomar decisiones sin encontrarte en perfecto estado de revista. Igual puedes aflojar el ritmo, pero no necesitas estar pletórica para seguir con tu vida. Si Nadal ha jugado al tenis con las manos llenas de llagas, tú puedes tener una reunión y disfrutar de ella sin estar al cien por cien. La eterna búsqueda de la felicidad y del bienestar permanente a veces nos lleva al rechazo de este tipo de emociones. Pero todos los estados emocionales tienen un por qué, hay que escucharlos, dejar de luchar con ellos y dirigir la atención a lo que depende de ti.
Y tú, querido compañero de viaje, hombre, amigo, amante... el único comentario que tienes PROHIBIDO es el de "¿qué te pasa, es que te va a venir la regla?" Es el mayor potenciador de la agresividad en estos días :)