Estamos intentando salir de la crisis económica pero el progreso es lento, a veces poco perceptible, probablemente debido a que en el contexto europeo y global las dinámicas no son mucho más favorables. Hay algunas tendencias que pueden estar en la base de algunos de los problemas con los que nos encontramos.
Sería una tragedia que sólo partidos como Podemos generen la certeza de que existe una alternativa económica a la actual. Lo que sabemos de la suya la hace inviable. El populismo de izquierdas es incompatible con la economía social de mercado. Sólo la socialdemocracia puede ofrecer una alternativa que combine una estrategia de crecimiento económico a medio plazo con un esquema de reformas democráticas que permitan atajar conjuntamente las debilidades de nuestra recuperación.
Los analistas están en lo cierto cuando subrayan que el desapalancamiento en curso, coincidente con el reducido crecimiento nominal en diversas áreas de la economía global, interactúan conformando un círculo vicioso en el que este último hace más difícil el primero y el desapalancamiento acentúa el debilitamiento del crecimiento.
Doce meses después, sin que ningún gobierno haya tenido que recurrir a esta herramienta, se acepta que la aprobación de las OMT (Operaciones Monetarias de Compraventa) ha sido la mejor decisión para aplazar el riesgo de ruptura de la Unión Monetaria Europea. Sí, para aplazar, porque no creo que el riesgo se haya eliminado del todo.
La palabra fragmentación en estos momentos nos evoca a los mercados financieros de la zona euro. Esta situación de rotura impide, entre otras cosas, que una PYME española no se financie en iguales condiciones que una PYME alemana similar, sino que tiene que pagar un 70% más.
La desaceleración del crecimiento mundial tendrá efectos en la región. El riesgo más evidente es la posibilidad de una escalada de la crisis en la zona del euro. Aunque la probabilidad de tal evento es baja, si llegase a ocurrir, el principal canal de transmisión a América Latina sería el contagio financiero más que el comercial.