Los ancianos homosexuales tienen el doble de posibilidades de vivir solos, muchos carecen de recursos y familia y sienten el dolor pasado de crisis como la del VIH.
El periodista publica 'Las ciudades evanescentes’, un libro sobre miedos, soledades y pandemias esperanzado en que la sociedad salga, de veras, reforzada tras el shock.
Con el aislamiento necesitamos herramientas como teléfonos y videocámaras con conexión a Internet para que las personas moribundas sientan que no están solas.
Cada vez que uno de mis hijos se ha ido de casa, se ha llevado una parte de mí, y mi cuerpo no ha generado suficiente tejido cicatrizante para llenar los espacios vacíos.