paz
La Unión Europea: el camino para salir de la crisis
Un breve vistazo al pasado y a los últimos acontecimientos debería bastar para recordarnos que los imperios, los regímenes, los gobiernos (los elegidos y los impuestos) vienen y van. El pueblo es la única característica permanente; unos nacen y sobreviven en medio de una guerra, otros se mueren de hambre o son pobres en medio de la opulencia, pero el pueblo siempre está ahí.
¿Quién debería encabezar las Naciones Unidas?
Este año, las Naciones Unidas elegirán a su próximo secretario general. Necesitamos al mejor candidato posible para el empleo. Con frecuencia se dice que éste es el empleo más imposible del mundo. Y, habida cuenta de los expedientes que asumirá el próximo secretario general de las Naciones Unidas el 1 de enero de 2017, es fácil comprender por qué.
En contra del referéndum por la paz en Colombia
Desde hace meses me hago una pregunta en torno al proceso de paz en Colombia. Se piensa en mecanismos de consulta desde los que movilizar a la sociedad colombiana a efectos de que ésta apoye expresamente y ratifique el acuerdo de paz. Sin embargo, ¿de verdad es necesario hacer extensible una consulta a la sociedad civil preguntando si acepta o no el acuerdo de paz con las FARC?
Carta abierta de una joven feminista palestina a Hillary Clinton
Me sorprende mucho que usted, que se declara feminista, olvide la violación de los derechos humanos por parte de israelíes contra mujeres y niños palestinos. ¿Sabía usted que nosotras también vivimos una ocupación militar? ¿Sabía que muchas mujeres han tenido que dar a luz en controles militares?
Más cascos azules para relanzar las operaciones de paz
Actualmente hay, bajo mandato de la ONU, 16 operaciones de paz en marcha, que integran un volumen que ronda los 106.500 soldados, policías y asesores sobre el terreno, con aportaciones de más de 50 países. Son más de los que había tan solo una década atrás, cuando rondaba los 75.000.
Colombia y la oportunidad definitiva para la paz
El proceso actual de La Habana rompe con todo lo anterior y, por primera vez, supone una real oportunidad a la desactivación del conflicto armado con las FARC. La guerrilla sabe que no es posible tomar el poder político por las armadas, y al Gobierno no le interesa mantener ingentes inversiones en recursos militares cada vez con resultados más cuestionables. He ahí el optimismo.