A medida que la gravedad de la emergencia sanitaria remitía, en lugar de alegrarse, el PP se enfurecía, endurecía su discurso y aumentaba su radicalidad.
Álvarez de Toledo no ha acusado al padre de Iglesias de terrorista llevada por ninguna simpatía por el dictador, sino escocida por una inquina personal envenenada.
No creo que una guerra civil sea posible, por mucho que algún periodista fascista y algún político poco inteligente la secunden... pero sí que algo está cambiando.
La derecha vive atormentada por la posibilidad de que la UE ponga en manos del Gobierno una buena parte de esos anunciados 750.000 millones de euros para la reconstrucción.
És rellevant que, encara que a tot el planeta només hi ha deu països liderats per polítiques (menys d’un 7 %), set d’aquestes deu dirigents liderin set dels països que millor han gestionat la pandèmia.