Hay ojos que no dicen nada y hay ojos que lo dicen todo, sin necesidad de gestos ni palabras. Los ojos de Emma Cohen pertenecían a este último grupo. No importa la etapa de su vida en la que esté tomada la fotografía. Sus ojos, grandes y claros, transmiten magia, misterio, ternura, sabiduría, sinceridad, verdad, rebeldía, inconformismo, transparencia, serenidad, lucidez, limpieza.