Adiós, Alfredo
“Si te afliges, te aflojas”. Una frase que en más de un momento complicado de mi vida Alfredo me ha dicho.
“Si te afliges, te aflojas”. Una frase que en más de un momento complicado de mi vida Alfredo me ha dicho. Y es que, además de todas las características y virtudes que en estas horas se están enumerando, Alfredo tenía la capacidad de dar consuelo.
En 2004 fue una verdadera fortuna formar parte de aquel grupo parlamentario, nacido de las elecciones en las que alcanzó la victoria José Luis Rodríguez Zapatero y que tenía como portavoz a Alfredo Pérez Rubalcaba. Aquel grupo estaba formado por un importante número de compañeros y compañeras jóvenes, entre los 25 y 35 años. Con él tuvimos la oportunidad de crecer y de aprender, y es que Alfredo nunca tuvo miedo a dar oportunidades a quien le gustaba trabajar. Creo que fue una persona generosa en los afectos y a la vez austera en las costumbres. Lo dio todo por el PSOE, pero hoy no solo llora la familia socialista. La tristeza traspasa los colores de nuestras siglas, quizás porque supo utilizar su brillante oratoria para algo más elevado que golpear al adversario político, para el diálogo y el pacto.
Su trabajo por la educación en España, por la seguridad vial, o el fin de la violencia de ETA son ya hitos que llevan su firma y por los que será recordado con respeto.
Hoy es un día triste para la familia socialista. Un día de muchos recuerdos vividos. Hoy, aunque no nos lo podamos creer, nos ha dicho adiós Alfredo. Nos dice adiós un ejemplo para el socialismo. Inteligencia, compromiso y corazón. En este día es difícil el consuelo, Alfredo, así que vas a perdonar que muchos compañeros y compañeras hoy estemos afligidos. Adiós, compañero. Te echaremos de menos.