El trasfondo religioso impregna noticias falsas sobre cierres de iglesias, satanismo o canibalismo, a las puertas de las elecciones del domingo entre Lula y Bolsonaro.
El trasfondo religioso impregna noticias falsas sobre cierres de iglesias, satanismo o canibalismo, a las puertas de las elecciones del domingo entre Lula y Bolsonaro.
El Tribunal Superior Electoral de Brasil incluye en la lista de personas a investigar a perfiles de simpatizantes de la familia de Bolsonaro, incluido el propio presidente.
La izquierda se impone, pero no con los márgenes augurados por las encuestas. Sale a la luz un voto oculto por los ultras que evidencian una fractura social de enorme calado.
El candidato ultra supera los resultados pronosticados en las encuestas: logra el apoyo del 43,2% del electorado, cuando los sondeos le atribuían un máximo del 37%.
El candidato del Partido de los Trabajadores no cumple con las encuestas y se medirá con el líder ultra del Partido Liberal la jornada electoral del 30 de octubre.
El presidente ganó en 2018 como respuesta a la corrupción que lastraba a la izquierda: no la ha combatido, la economía está tocada y su gestión del covid es escandalosa.
El expresidente ha culminado su arrolladora resurrección política ganando a Bolsonaro, con una vuelta a la justicia social que aparque "el odio y la venganza".
Los brasileños acudirán a las urnas el domingo en unas elecciones envueltas en tensión. Bolsonaro no ha garantizado que vaya a reconocer una posible derrota.