Brasil elegirá en segunda vuelta a su presidente: Lula da Silva o Jair Bolsonaro
El candidato del Partido de los Trabajadores no cumple con las encuestas y se medirá con el líder ultra del Partido Liberal la jornada electoral del 30 de octubre.
Victoria, pero sin fuegos artificiales. Lula da Silva ha sido el ganador de la primera vuelta de las elecciones en Brasil, pero no con la claridad que auguraban las encuestas. Los candidatos más mediáticos de las presidenciales brasileñas, Lula y Bolsonaro, tendrán que esperar hasta el 30 de octubre para saber cuál de los dos ocupará nuevamente la jefatura del estado.
El aspirante a la presidencia del Partido de los Trabajadores, Lula da Silva, al que los sondeos colocaban como gran favorito, ha obtenido un 48,32% de los votos. Mientras, el candidato del Partido Liberal, Jair Bolsonaro, se ha quedado con un 43,29% de las papeletas validadas.
Cinco puntos de diferencia que, sin embargo, no cumplen con las expectativas creadas por la candidatura de Lula da Silva, que durante buena parte de la campaña electoral ha liderado las encuestas. Algunas, incluso, vaticinaban que el Partido de los Trabajadores superaría el 50% de los votos necesarios para que la segunda vuelta no fuese necesaria.
De hecho, ha habido que esperar hasta prácticamente el 70% del escrutinio para ver a Lula da Silva por delante de Bolsonaro. El que fuera presidente de Brasil entre 2003 y 2010 ha necesitado tres horas para darle la vuelta a los resultados y dibujar un mapa electoral similar al de las últimas elecciones en Brasil.
“Vamos a ganar las elecciones”, dijo a sus seguidores Lula da Silva después de conocer los resultados de esta primera vuelta, confiando en ganar la carrera hacia la Jefatura del Estado a Bolsonaro el próximo 30 de octubre. “Esto es solo una prórroga”, apuntaba el expresidente brasileño.
“Como mi cumpleaños es el 27 de octubre, tal vez lo reciba de regalo, como en 2002”, señaló el antiguo sindicalista, rodeado de algunos de sus más imporantes colaboradores y de su mujer Rosângela “Janja” Silva.
Victoria moral de Bolsonaro
Las encuestas electorales, puestas en cuestión por el ultra Jair Bolsonaro, han fallado y el candidato del Partido Liberal puede considerar sus resultados en las elecciones en Brasil como una victoria moral.
Bolsonaro ha evitado que los comicios se resuman en un regreso triunfal de Lula da Silva al poder y fuerza una segunda vuelta. Con seis millones de votos menos que su principal contrincante, el ultraderechista ha recortado en nueve puntos los resultados que apuntaban la última encuesta de intención de voto publicada, divulgada el sábado y que situaba al aspirante liberal a catorce puntos de distancia.
El aún presidente brasileño, en declaraciones recogidas por EFE, aunque sin reconocer la victoria de Lula, sí reconoció “que hay una voluntad de cambio, pero ciertos cambios pueden ser para peor” y, sin poner en duda los resultados de esta primera vuelta, se mostró “plenamente confiado” en que la logrará el próximo 30 de octubre.
Simone Tebet, en el tercer puesto, ha conseguido el 4,22 por ciento de los votos. Por su parte, Ciro Gomes, en el cuarto puesto, ha obtenido el 3,06 por ciento. La abstención fue del 20,94 %, ligeramente superior al dato de hace cuatro años (20,30 %).
La jornada de votación transcurrió con tranquilidad en todo el país, y tan solo se registraron algunos incidentes aislados, incluyendo 366 detenciones relacionadas con 1.188 delitos electorales, según datos del Ministerio de Justicia.
Unas elecciones más duras
El duelo electoral de este domingo y el de dentro de un mes no ha sido ni será un clásico partido de derechas y de izquierdas. Gane Lula o Bolsonaro el 30 de octubre, la dureza de la lucha electoral, el ánimo de los votantes y, sobre todo, las dudas sobre cómo reaccionará el candidato ultra ante esta derrota, llevan a los expertos a hablar de una cita poco típica.
Las elecciones de 2022, las más polarizadas desde que Brasil recuperó la democracia en 1985, se han caracterizado por un clima de crispación entre el exmandatario Luiz Inácio Lula da Silva y el actual presidente, Jair Bolsonaro, quien busca la reelección.
La polarización entre los principales candidatos se extendió a sus seguidores, con algunos casos de ataques y muertes motivadas por discusiones políticas en los últimos días.
Más incertidumbre se suma con la incógnita de si Bolsonaro reconocería una victoria de Lula. No lo ha dejado claro estos días. A semejanza de lo que hizo su admiradísimo Donald Trump como presidente de Estados Unidos, el actual mandatario busca a diario sembrar dudas sobre la fiabilidad de las encuestas y, sobre todo, del sistema de votación de su país, sin presentar pruebas para ello.
A todo esto se suma la desinformación lanzada especialmente desde el Gobierno, con fake news y montajes en redes sociales, lo que ha aumentado la bilis de la vida política nacional, mientras no han cesado los ataques a las mujeres, los homosexuales o minorías como las indígenas.
Lo que preocupa a los brasileños
Las mayores preocupaciones de los ciudadanos pasan por temas económicos como el desempleo o la inflación, así como por la salud, según distintos sondeos de la prensa nacional.
La economía brasileña entró en recesión en 2021 y, si bien volvió a crecer desde hace casi un año y la tasa de desempleo cayó a 9,1% en julio, anque sigue siendo el mayor nivel de desempleo desde 2012, según un informe del Instituto Brasileño de Geografía y Estadísticas, citado por la estatal Agencia Brasil.
Esa mejora está lejos de ser percibida por la población en general, sólo llega a las clases altas, por ahora. La tasa de pobreza alcanzó el 23,7% en 2021, lo que representa a casi unos 20 millones de brasileños, según un estudio de agosto de 2022 de la Universidad Católica de Rio Grande do Sur, el Observatorio de Metrópolis y la Red de Observatorios de Deuda Social, reportado por Agencia Brasil.