Simone Tebet, la candidata inesperada
La aspirante del Movimiento Democrático Brasileño supera a Ciro Gomes, figura importante en las últimas décadas de la política brasileña.
La senadora de centroderecha Simone Tebet irrumpió este domingo en el escenario electoral de Brasil, que elegirá en segunda vuelta a su presidente, y sorprendió como tercera opción más votada, con el 4,19 % de los votos en las elecciones presidenciales, desplazando al laborista Ciro Gomes (3,05 %), figura importante en las últimas décadas.
Pese a que las encuestas le situaban como cuarta colocada, Tebet, de 52 años y abanderada del tradicional Movimiento Democrático Brasileño (MDB), consiguió remontar en la recta final de la campaña y obtuvo 4,8 millones de votos, de 1,3 millones de votos más que Gomes.
Nacida en Tres Lagoas, en el estado de Mato Grosso do Sul, la senadora tomó impulso especialmente tras el último debate de televisión entre candidatos presidenciales realizado el pasado jueves en la televisión Globo, la de mayor audiencia del país.
Ante las cámaras de televisión, Tebet se ratificó como una alternativa entre el presidente Jair Bolsonaro y el exmandatario Luiz Inácio Lula da Silva, quienes se medirán en una reñida segunda vuelta el próximo 30 de octubre.
tHija del reputado y ya fallecido senador Ramez Tebet, Simone Tebet comenzó a trazar su carrera por la Presidencia durante la comisión de investigación abierta contra Bolsonaro en el Parlamento por su gestión de la pandemia, la cual ha dejado cerca de 700.000 muertos en el país.
Durante la campaña, Tebet hizo hincapié en el hecho de ser mujer y una parlamentaria con experiencia y centró sus propuestas en la educación y el combate al hambre, el cual ha aumentado estrepitosamente en los últimos años en Brasil durante el Gobierno de Bolsonaro.
Pese a ser propietaria de grandes haciendas, Tebet ha defendido en la campaña un agronegocio “sostenible”, compatible con el medioambiente, y se ha mostrado partidaria de la “deforestación cero”.
El declive de Ciro Gomes
El auge de Tebet supuso también el declive de Gomes, principal rival de Lula en el campo progresista y con quien ha disputado una parte del electorado. El candidato del Partido Democrático Laborista (PDT, por sus siglas en portugués), una histórica referencia de la centroizquierda, aspiraba por cuarta vez a la Presidencia de Brasil, pero vio frustrado su nuevo intento.
Gomes, quien fue ministro de Lula da Silva y no esconde su rencor con el líder del Partido de los Trabajadores (PT), perdió estas elecciones gran parte de su capital político, tras obtener tan solo 3,5 millones de votos, frente a los 13,3 millones que obtuvo en 2018, cuando terminó en el tercer puesto.
Durante la carrera electoral, el laborista ha reiterado ser víctima de una campaña “inmoral” en su contra para favorecer al antiguo sindicalista, con quien rompió todos su lazos las vísperas de la campaña de 2018, cuando el antiguo sindicalista cayó en prisión por presunta corrupción.
Gomes intentó sustituir a Lula como candidato del Partido de los Trabajadores, no tuvo respaldo y se lanzó por su cuenta, en una campaña en la que, como ahora, fue tan duro con la izquierda como con la ultraderecha que acabó llevando al poder a Bolsonaro. Tras votar este domingo, Gomes llegó a sugerir el fin de su carrera política: “Tal vez ha llegado la hora de cuidar de mi vida”.