"Tomaremos todas las medidas posibles para garantizar que no haya obstáculos para asegurar un suministro estable a Japón", afirmó el ministro de Industria japonés, Yoji Muto.
Las medidas internacionales contra Rusia afectarán, además de al país de Putin, a los propios europeos, que dependen enormemente del gas ruso. La subida generalizada de los precios será una de las principales consecuencias.