Golpe de la UE a una de las fuentes de ingresos clave de Rusia para la guerra
La UE toma medidas con respecto a las importaciones de cereales, semillas oleaginosas y productos derivados de Rusia y Bielorrusia.
La Unión Europea ha aprobado un incremento del 50% en los aranceles a las importaciones de cereales, semillas oleaginosas y productos derivados de Rusia y Bielorrusia. Esta medida, que entrará en vigor el 1 de julio, tiene como objetivo frenar una de las principales fuentes de ingresos utilizadas por estos países para financiar su agresión a Ucrania, además de proteger el mercado europeo ante posibles disrupciones.
Según Valdis Dombrovskis, vicepresidente económico de la Comisión y responsable de Comercio, los aranceles más elevados buscan evitar que el sector agrícola europeo se vea desestabilizado por las importaciones rusas, al mismo tiempo que protegen las exportaciones ucranianas de ser etiquetadas erróneamente como rusas. Estas medidas también eliminarán el acceso de Rusia y Bielorrusia a los contingentes de cereales de la UE bajo la Organización Mundial del Comercio (OMC), que ofrecen mejores tratamientos arancelarios para ciertos productos.
Detalles de los nuevos aranceles
Dependiendo del producto, los nuevos aranceles alcanzarán los 95 euros por tonelada o un derecho 'ad valorem' del 50% para productos de mayor valor. En 2023, Rusia exportó 4,2 millones de toneladas de cereales y oleaginosas a la UE, valoradas en 1.300 millones de euros, mientras que Bielorrusia exportó 610.000 toneladas por un valor de 246 millones de euros. Aunque estas cifras representan solo un 1% de todas las importaciones de cereales de la UE, el aumento significativo en 2023 justificó esta medida preventiva.
A pesar del incremento de los aranceles, la Comisión Europea ha asegurado que estas medidas no afectarán las exportaciones a terceros países ni la seguridad alimentaria mundial. El objetivo principal es suprimir las importaciones en la UE de los productos mencionados sin comprometer la disponibilidad global de alimentos.
La decisión de la UE ha sido respaldada unánimemente por los Veintisiete. Fuentes comunitarias han señalado que aunque la importación de grano ruso es relativamente pequeña, la medida actúa como un escudo protector para el mercado europeo. Se espera que estos aranceles más altos disuadan las importaciones excesivas y estabilicen el sector agrícola dentro de la UE, garantizando así la sostenibilidad y estabilidad del mercado interno.