Vaya seis meses: ni las elecciones domésticas (con sus negociaciones) ni la nueva guerra en Gaza deslucen el semestre español, que ha esprintado y conseguido acuerdos clave en materia de inmigración, reglas fiscales, emisiones e IA.
España da un paso relevante en su apuesta por la laicidad y su condición de un Estado aconfesional con la equiparación fiscal de las religiones. Sin excepción.
La iniciativa para fijar la carga a las empresas en el 15% acerca las posturas de la coalición, según Hacienda. Pero Yolanda Díaz afirma que aún están "lejos" del acuerdo.
El liberal tratará de aprovechar este tiempo para impulsar la defensa común, una nueva agenda digital y un Pacto de Estabilidad que ayuden a la recuperación postpandemia.
Es imprescindible que se adopten reglas fiscales internacionales efectivas que pongan fin a estas vergonzosas prácticas y permitan un reparto más equitativo de la riqueza.
A estas alturas de la película, resulta ya cansino tener que estar repitiendo una y otra vez que los impuestos sirven para pagar los servicios públicos.