En Europa el desperdicio alimentario asciende a 153,5 millones de toneladas al año. Queremos una ley ambiciosa, transformadora, que no se quede en un mero lavado de cara.
Un día me di cuenta de que la moda rápida producida en masa y de fabricación barata que yo estaba comprando fomentaba las condiciones laborales poco éticas y la destrucción del medio ambiente, y además me costaba una fortuna. Decidí que tenía que cambiar drásticamente y me propuse un reto.
En nuestras casas tiramos a la basura entre un 15% y un 25% de la comida, a viejas costumbres como ir al supermercado sin una lista de alimentos y comprar en exceso se les unen nuevas costumbres como las fechas de caducidad, cada vez más reducidas con el único objetivo de que compremos más
El mayor reto que tiene el nuevo Gobierno es enterrar aquel Levante corrupto retratado en las novelas del escritor Rafael Chirbes y plantar los cimientos de una nueva tierra que devuelva la dignidad al pueblo valenciano. Ahora que está todo derruido hay que empezar a construir de nuevo.
¿Harto de tirar a la basura verduras estropeadas con demasiada frecuencia? Consuélate, no estás solo. Nadie nos ha dado nunca un manual sobre cómo almacenar alimentos correctamente para prolongar su vida y su sabor. Así que estás de suerte, porque aquí lo tienes.
En siete semanas, recorrí 1.600 kilómetros en bici cruzando los Estados Unidos. Durante mi viaje me alimenté de lo que encontraba en contenedores de basura de mercados. Cada día, colocaba mis hallazgos en un parque público. Eso sí, no sólo como de la basura para suplir mis necesidades.
A menudo, los trabajadores requieren la ayuda de sus hijos para coser, adornar y embellecer con más rapidez la ropa que acabará en nuestros armarios. "Su vida es muy precaria, y está presidida por intermediarios tiránicos que ofrecen los sueldos más bajos de la industria textil".