El epidemiólogo señala la desigualdad en España como obstáculo en el control de la pandemia y critica la inacción política: "Ir a un bar no es un derecho fundamental".
Las sociedades menos desiguales son las más preparadas y competitivas, y mientras tengamos estos niveles de desigualdad no podremos competir con el resto del mundo.
La mala suerte de nacer en una familia con bajos recursos económicos y culturales en España supone una probabilidad cuatro veces mayor de repetir curso.