La francesa, símbolo de coraje y resiliencia por el juicio público y a cara descubierta contra sus 51 violadores, muestra su "gratitud" profunda por el apoyo recibido en estos meses y confirma que nunca se ha arrepentido del paso dado.
"A todas esas víctimas, quiero decirles: mirad a vuestro alrededor, no estáis solas", dice la mujer que, a su pesar, se ha convertido en un icono feminista. Con sus 72 años, ha logrado de verdad que "la vergüenza cambie de bando".
Los jueces entienden probado que el francés ofreció a su exmujer bajo sumisión química y sus compañeros sabían que no estaban teniendo relaciones consentidas. Salvo cuatro, todos los procesados han sido condenados por violación agravada.
Su capacidad para imaginar aplicaciones de la computación que no se materializarían hasta un siglo después demuestra su adelantada comprensión de la tecnología.
Con la pelea de Kamala Harris a la Casa Blanca el techo de cristal, resquebrajado por Hillary Clinton, sólo se ha quebrado un poco más, pero no cae. Las mujeres han puesto la economía y los precios por encima de derechos como el aborto.
La que era la única mujer en una línea de larga distancia en Almería paró 16 minutos, una parada no programada pero de fuerza mayor. "Me quedé atónita", dice. Ahora ha ganado el caso a sus antiguos empleadores.