Científicos crean sin querer un aterrador medicamento clasificado como arma de destrucción masiva
Utilizan una Inteligencia Artificial para buscar cura a enfermedades raras.
Un laboratorio de Estados Unidos que se dedica a la búsqueda de medicamentos para enfermedades raras mediante Inteligencia Artificial hizo un experimento y descubrió que podía crear enfermedades letales. Podrían ser usadas como armas químicas y destrozarían el planeta, por eso no debía caer en las manos equivocadas.
En el año 2020 la empresa estadounidense Collaborations Pharmaceuticals recibió una invitación para formar parte de la Conferencia de Convergencia de Spiez, en Suiza. Debido a la pandemia fue cancelada, por lo que continuaron con su trabajo habitual.
Dedicados a buscar medicamentos para enfermedades raras y desatendidas por las grandes farmacéuticas que no las consideran rentables, sus investigaciones abarcan desde "una enfermedad que acorta la vida de los niños hasta infecciones como la malaria", explica Sean Ekins, director ejecutivo de la compañía.
En 2021 volvieron a recibir la invitación para la conferencia, aunque en esta ocasión se haría de forma online. Consistía en valorar las nuevas tendencias en la investigación biológica y química que pudieran convertirse en amenazas para la seguridad global. "Estaban interesados en el mal uso de la tecnología, las herramientas científicas, la ciencia en general", cuenta Ekins.
Para poder descubrir medicinas contra enfermedades raras, la farmacéutica utiliza MegaSyn, una plataforma de inteligencia artificial. Utilizaban un mecanismo para hacer el trabajo de un científico pero a una velocidad nunca vista: "Fuimos a bases de datos de información para crear modelos de aprendizaje automático que conectamos a la IA, lo que permite diseñar moléculas con propiedades particulares".
Esta inteligencia artificial no solo busca entre las enfermedades que ya existen para buscar una cura, sino que puede crear una nunca vista. Por eso Ekins y Fabio Urbina, director asociado, se plantearon qué pasaría si el sistema cayera en las manos equivocadas. Hicieron varias pruebas y descubrieron que habían creado el agente nervioso VX, prohibido por la ONU y clasificado como arma de destrucción masiva.