Wagner paga las deudas de Putin con oro y diamantes
El grupo de mercenarios se mantiene en África, donde sus lucrativos contratos con países poseedores de piedras preciosas o metales valiosos blinda su presente.
Los hombres del grupo Wagner siguen haciendo su vida en África tras el intento de golpe de estado contra Vladimir Putin de finales de junio pasado. Retirados de Ucrania a la fuerza, sus fuerzas ahora mismo se concentran en este continente, donde han llegado a actuar hasta en una veintena de países.
No ha habido deserciones masivas, porque la suma de un buen salario, libertad de acción y miedo a las represalias surte efecto. Y, además, es que tienen trabajo por delante. Porque los milicianos privados que aún comanda Yevgueni Prigozhin tienen muchos contratos en vigor, muchos compromisos que cumplir. Sus efectivos no sólo trabajan en los campos de batalla, en las trincheras, a cielo abierto, sino que han ido cerrando contratos "altamente lucrativos" en materias como gas, petróleo, diamantes, oro, uranio... Un negocio internacional en expansión.
"Estos productos han ayudado a Moscú a capear la tormenta de las paralizantes sanciones occidentales" impuestas desde que el 24 de febrero de 2022 se invadió Ucrania, explica el analista Colin P. Clarke, quien ha redactado un extenso informe para el Foreign Policy Research Institute de Estados Unidos sobre el Wagner postgolpe. Pone el énfasis en la solidez de la red que tiene en África como uno de los motivos por los que no ha acabado da caer en desgracia, incluso tras pedir la cabeza de la cúpula de Defensa y hasta del presidente de Rusia.
"Durante la última década, Rusia se ha vuelto cada vez más dependiente de las compañías militares privadas para funcionar como la punta de lanza de su política exterior. El Grupo Wagner ha sido el más exitoso de estos equipos mercenarios, desplegándose en más de una docena de países y asegurando contratos altamente lucrativos para petróleo, gas, diamantes, oro y otros productos valiosos", indica. Y augura: "Sin flujos continuos de ingresos provenientes del corso en el extranjero, la economía rusa se verá afectada, lo que podría conducir a una mayor discordia en las filas de los oligarcas y otras élites rusas".
Por tanto, mantener esos contratos vivos, estables y seguros, es la manera de Wagner de hacerse perdonar por el enfado insólito de hace mes y medio y el motivo principal por el que Putin no puede desprenderse de ellos. Según el Consejo europeo -sólo una de las patas occidentales que ha impuesto sanciones a Moscú por su invasión de Ucrania-, ya se hay 21.500 millones de euros de bienes rusos inmovilizados en la UE y hay 300.000 más en activos del Banco Central de Rusia bloqueados en la UE y en los países del G7, por poner dos botones del impacto de estos castigos.
Rusia empieza a ponerse nerviosa con las sanciones, que han ido aumentando con el paso de los meses. Así que Putin necesita aliados y por eso, a finales de julio, reunió en San Petersburgoa su gobierno y a los de 40 países africanos. "Por la paz, la seguridad y el desarrollo" fue el lema de las reuniones. De ellas han salido promesas como la donación por parte de Rusia de entre 25.000 y 50.000 toneladas de grano a seis países del continente, que ha sido criticada como un "puñado de donativos", pero también le ha reportado otros negocios: Angola, por ejemplo, se vuelve a casa con la idea prácticamente encarrilada de retomar la producción de camiones rusos. La antigua colonia portuguesa quiere poner de nuevo en sus calles los camiones Kamaz, que desde los años 80 han estado al servicio de las Fuerzas Armadas, pero también la población civil.
Y los mandatarios de Tanzania -uno de los países más importantes de oro, diamantes y otras piedras preciosas- dijeron por boca de su ministro de Recursos Minerales que abre las puertas a las empresas que quieran extraer sus diamantes. "Invitamos a Rusia a extraer diamantes. Todavía no hemos recibido un mensaje de empresas rusas sobre su interés en la extracción de diamantes en nuestro país. Pero si recibimos este mensaje, estaremos muy contentos”, aseguró Doto Mashaka Biteko.
Ahora, con la masacre de Ucrania, todo el mundo se lleva las manos a la cabeza pero lo cierto es que Wagner aún comercializa "diamantes de sangre" en todo el mundo a través de una empresa en la República Centroafricana, incluida Europa, según una investigación periodística publicada por el consorcio Colaboraciones Europeas de Investigación (EIC). Eso incluye a Europa. Desde diciembre de 2021, la empresa militar está incluida en otra lista de sanciones europeas debido a las "graves violaciones y abusos en el ámbito de los derechos humanos" cometidos por sus empleados, incluido en la República Centroafricana. Por lo tanto, desde esa fecha, está prohibido que las empresas y los individuos europeos hagan negocios con Wagner. Sin embargo, aún hoy hay dudas de que sigan vendiendo diamantes, que entran por Amberes (Bélgica), con empresas pantalla.