Un veto de alta tensión: EEUU cambia su postura sobre Gaza mientras China y Rusia bloquean su propuesta
La decisión adoptada por el Gobierno de Joe Biden en el Consejo de Seguridad de la ONU ha coincidido en el mismo día en el que Antony Blinken se ha reunido en Israel con su primer ministro.
Un día de alta tensión. Cuando todo parecía encaminado a que el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas daría un paso importantísimo para reclamar un alto el fuego en Gaza, con el apoyo de Estados Unidos, Rusia y China han acabado impidiendo la propuesta de resolución en el último momento.
El motivo es la propuesta de resolución que el Gobierno de Joe Biden ha respaldado en la ONU para pedir un "alto el fuego" en la Franja de Gaza. Pero las cosas no han ido por el camino esperado.
Moscú y Pekín, como miembros permanentes, han decidido hacer caso omiso a la postura adoptada de la gran mayoría de integrantes del máximo órgano ejecutivo de las Naciones Unidas y han terminado retirado su respaldo a la misma.
El motivo expuesto por el representante ruso ante el Consejo, Vasili Nebenzia, es que la iniciativa del Gobierno de Joe Biden no reclamaba con la contundencia necesaria el alto el fuego en Gaza.
"Estados Unidos ha intentado vendernos un producto empleando la palabra 'imperativo' en su resolución. No nos parece suficiente. Hay que exigir un alto el fuego", ha justificado antes de tachar lo ocurrido de "típico espectáculo de hipocresía".
Frío encuentro entre Blinken y Netanyahu
Ha habido encuentros que han sido mejores. Mucho ha cambiado la cosa desde que el secretario de Estado de EEUU, Antony Blinken, visitó por primera vez Israel para mostrar su apoyo al Gobierno de Netanyahu tras la escalada del conflicto en Gaza.
Su objetivo este mismo viernes ha sido el de intentar disuadir al primer ministro de Israel para que se abstenga de dar el visto bueno a una ofensiva a gran escala en la localidad gazatí de Rafah.
Tras reunirse con Netanyahu, Blinken ha asegurado que "compartimos el objetivo que se ha marcado Israel: derrotar a Hamás y garantizar su seguridad", antes de justificar que "una operación a gran escala por tierra en Rafah no es la forma de conseguirlo".
"Se arriesga a matar a más civiles, se arriesga a quedar más aislada y pone en peligro su seguridad a largo plazo", ha defendido ante los medios de comunicación a los que ha atendido en el aeropuerto israelí de Ben Gurion.
Blinken también ha asegurado que, respecto a la liberación de los rehenes en manos de Hamás, hay "progresos" en estas últimas semanas. "Pero, casi por definición en esta clase de conversaciones, el cierre de las últimas cuestiones siempre es lo más difícil. Queda mucho trabajo por hacer, pero vamos a conseguirlo", ha manifestado.