Putin esquiva el gran golpe de Europa a su imperio del gas
Moscú ha encontrado la alternativa perfecta para evitar las sanciones occidentales contra el petróleo y el gas licuado ruso.
Las sanciones impuestas a Rusia por parte de Occidente han supuesto un quebradero de cabeza para Moscú, que, desde el comienzo de la guerra, se ha visto obligada a buscar alternativas y afianzar relaciones con otras potencias para evitar que sus ingresos económicos procedentes del gas y el petróleo, se vieran seriamente mermados.
Tanto desde Rusia como desde Ucrania han informado de que Putin habría encontrado la solución para frenar la hemorragia económica que les han supuesto las sanciones occidentales, que ya van por su 14º paquete.
Así, en su misión por continuar exportando uno de sus principales activos, como es el gas licuado (GNL), Rusia ha desarrollado una estrategia, a la que han denominado como "flota sombra", y con la cual los buques podrán esquivar las sanciones tanto al petróleo como al GNL, de acuerdo con lo que apunta Bloomberg tras consultar con Equasis, la mayor base de datos de transporte a nivel mundial.
Este nuevo método utilizado por Rusia ha sido denunciado por un diputado ucraniano, que ha demandado a Europa mayor rigidez y solidez en sus sanciones contra las exportaciones rusas en todas sus vertientes y añadió que las sanciones de Europa y EEUU contra Rusia no están teniendo el impacto necesario y las catalogó como insuficientes.
Europa prohibe el uso de puertos por parte de Rusia
Tras comprobar Europa que las sanciones no estaban teniendo el efecto deseado en la economía rusa, el pasado 24 de junio impulsó un nuevo paquete de sanciones contra Moscú, en el que se prohibió al Kremlin utilizar puertos para realizar el transbordo de combustible a terceros países y así impedir que puedan exportar su GNL.
En este sentido, uno de los miembros de la delegación ucraniana en la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa (APCE), Oleksiy Goncharenko, fue un paso más allá en sus declaraciones y criticó la política de sanciones de la UE, la cual definió como un "queso suizo, porque tienen muchos agujeros".
Estas palabras no son del todo inciertas, ya que, si se miran los datos, es cierto que las exportaciones rusas de GNL han aumentado desde que comenzó la invasión, incluyendo compras de Europa a este gas ruso, y según Reuters los transbordos mediante puertos de la UE hacia Asia tan solo suponen una décima parte del total de las exportaciones de GNL ruso.
"Vemos que el GNL ruso vuelve a llegar a Europa en grandes cantidades", afirmó Goncharenko. Esto, aseguró, le preocupa "porque es lo que le da a Rusia la posibilidad de continuar esta guerra contra mi país y todo el mundo civilizado".
En qué consiste la 'flota sombra'
Con este nombre, Rusia se refiere a la nueva estrategia que han desarrollado para esquivar las sanciones, y que se basa en reorganizar la propiedad de los buques para así 'desvincularse' de Moscú, aunque únicamente de forma legal, pero no en la práctica.
Además, la utilización de buques muy antiguos y dañados, también ha supuesto una nueva preocupación para Europa por la alta contaminación generada por los petroleros rusos.
Esta estrategia, que ya fue utilizada por Rusia para eludir las sanciones occidentales en las exportaciones de petróleo, está siendo también utilizada para transportar GNL. Uno de estos ejemplos lo encontramos el pasado 27 de junio, cuando una empresa de Dubai adquirió ocho buques, de los cuales cuatro eran rusos y habían sido autorizados por Moscú para cruzar las aguas árticas de Rusia durante el verano.
Esta opción "es muy posible porque tienen la tecnología", aseguró Goncharenko, que recordó que "si les funcionó con el petróleo, ¿por qué no lo harían con gas?", por lo que exigió a Europa un mayor control en este sentido porque hasta ahora "todas las sanciones son siempre, incompletas", afirmó.
Europa sigue siendo dependiente del gas ruso
La única diferencia -sustancial- entre el método utilizado para 'colar' el petróleo ruso con respecto al GNL, se encuentra en que en este último caso, se requiere de una mayor formación y conocimientos técnicos, por lo que el rastreo de estos buques es más sencillo que el de los petroleros.
Pero todo esto tiene una explicación: Europa no es capaz de funcionar sin el gas ruso, algo que se ha podido comprobar después de que en el mes de mayo, las importaciones europeas de gas procedentes de Rusia superaran a las de EEUU por primera vez en dos años.