Aventura en Groenlandia, con trineo y manga corta

Aventura en Groenlandia, con trineo y manga corta

El lunes aterrizamos en Kangerlussuaq, al oeste de la isla ártica. Pese saber que este año el deshielo se ha adelantado, no estábamos preparados para lo que nos esperaba en esta localidad, la más cercana a nuestro punto de partida. El calor es casi agobiante. De hecho, de día estamos en en manga corta, y sudando en cuanto nos ponemos a preparar el Trineo. Es la peor noticia posible.

  5c8b7d572300005400e853d8

El domingo día 15 salimos a primera hora para el Ártico, vía Cophenague. Tras meses de preparación, los expedicionarios del Trineo de Viento por fin estábamos en marcha hacia la Cumbre de Hielo Groenlandia 2016. Fue una salida no exenta de tensión, pues facturamos más de 180 kilos de equipaje, con el inevitable sobrepeso, y siempre temes que haya problemas.

Desde Madrid viajaban el líder del grupo, Ramón Larramendi, Ignacio Oficialdegui, Vicente Leal y Nacho García; en la capital danesa esperaban Hilo Moreno y Karin Moe Bojsen, además de nuestro vehículo eólico bien empaquetado. Al sentarnos en el avión, sentimos un gran alivio, tras unas últimas semanas de auténtica vorágine en preparativos y en solventar inesperados e insoslayables problemas de última hora.

Esa primera noche danesa, cenamos con el prestigioso glaciólogo norteamericano Jason Box, del Servicio Geológico de Dinamarca y Groenlandia, uno de los más importantes investigadores del mundo sobre el cambio climático en los polos. Él nos informó de las últimas noticias sobre el estado del hielo en Groenlandia, y nosotros le explicamos los detalles de los tres proyectos científicos que llevamos en esta expedición.

Y el lunes aterrizamos en Kangerlussuaq, al oeste de la isla ártica. Pese saber que este año el deshielo se ha adelantado, no estábamos preparados para lo que nos esperaba en esta localidad, la más cercana a nuestro punto de partida. El calor es casi agobiante. De hecho, de día estamos en en manga corta, y sudando en cuanto nos ponemos a preparar el Trineo. Es la peor noticia posible: en abril ha habido 4ºC por encima de la media, según la NASA. No lo es sólo por lo que supone para el clima global que se derrita el inlandsis de Groenlandia semanas antes de lo habitual, sino porque puede que nos encontremos agua donde debería haber hielo, y el Trineo de Viento, evidentemente, no flota. Llevaremos 2.000 kilos de carga cuesta arriba. Y nos esperan 2.000 kilómetros de recorrido arrastrados por cometas.

Nuestra previsión es trasladarnos a la zona de hielo el jueves 19 con un helicóptero que nos dejará a unos 1.300-1.400 metros de altitud, junto a nuestro vehículo y todo el equipamiento. ¿Qué nos espera allá arriba? ¿Qué nos encontraremos una vez que comience la travesía? De momento, son preguntas sin respuesta. Y con mucha inquietud.