Tierras Polares
El Trineo de Viento, dentro de una nube en el hielo de Groenlandia
De las últimas horas hemos pasado muchas dentro de una nube, como en una burbuja en medio de un entorno gris en la que cinco personas, cuando el viento para, tenemos tiempo suficiente para trabajar, leer, escuchar música, cocinar en nuestro pequeño hornillo y, sobre todo, conversar de las mil aventuras y expediciones pasadas y de las que esperamos para el futuro.
El loco tiempo de Groenlandia: 43º C de diferencia en un solo día
Las previsiones meteorológicas están fallando en Groenlandia. El tiempo es caótico, el viento rola como nunca antes lo vimos. Y nos está creando dificultades en esta expedición Cumbre de Hielo con el Trineo de Viento de Ramón Larramendi. La última, una nueva e inesperada tormenta de viento y nieve que nos pilló desprevenidos, y es la segunda en lo que llevamos de viaje.
Ventisca a bordo de un trineo en el corazón de Groenlandia
Ha sido una tormenta mucho más fuerte de lo que esperábamos. Comenzó en el turno a los mandos del convoy de Ignacio Oficialdegui y su equipo y fue subiendo en velocidad hasta que no pudieron aguantarla más. Con cero visibilidad por la nieve que caía, resultaba imposible encontrarla, así que mientras los demás intentábamos dormir, agotados, al vaivén de los movimientos de la tienda, el trío luchó para afianzar el equipamiento.
El Trineo de Viento cruza lagos en el desierto de hielo de Groenlandia
El deshielo está siendo tan espectacular en el interior de Groenlandia que nos ha ralentizado el comienzo. Hasta el punto de que se ha adelantado dos meses, justo en las mismas coordenadas que Ramón Larramendi cuenta que visitó en otra expedición en 1986: hay agua en mayo donde él la vio entonces casi en julio.
Aventura en Groenlandia, con trineo y manga corta
El lunes aterrizamos en Kangerlussuaq, al oeste de la isla ártica. Pese saber que este año el deshielo se ha adelantado, no estábamos preparados para lo que nos esperaba en esta localidad, la más cercana a nuestro punto de partida. El calor es casi agobiante. De hecho, de día estamos en en manga corta, y sudando en cuanto nos ponemos a preparar el Trineo. Es la peor noticia posible.