Muere el 'Indio del Hoyo' tras más de 26 años aislado del mundo exterior
El indígena fue localizado hace tres décadas en la Amazonía brasileña; recibió ese apodo porque en todas sus chozas se encontró un característico agujero.
El último indígena aislado voluntariamente de la selva amazónica de Brasil, conocido como el ‘Indio del Hoyo’, ha fallecido esta semana, según han informado fuentes oficiales.
El coordinador del Frente de Protección Etnoambiental Guaporé de la Fundación Nacional por el Indio (Funai), Altair José Algayer, halló muerto al ‘Indio del Hoyo’ el martes 23 de agosto.
Se cree que fue por causas naturales
Algayer vigilaba el territorio cuando encontró el cuerpo sin vida, según ha podido saber la agencia Amazonia Real. El comunicado oficial descarta indicios de violencia en la muerte del indígena.
“No había rastros de la presencia de personas en el sitio, ni se vieron marcas en el bosque a lo largo del camino. Tampoco había signos de violencia o lucha. Las pertenencias, utensilios y objetos de uso habitual de los indígenas permanecieron en sus respectivos lugares. Dentro de la cabaña había dos fogatas cerca de su hamaca”, reza la misiva.
La Policía Federal ha realizado un examen del cuerpo del indígena con el apoyo de médicos forenses y peritos criminalistas, que buscan confirmar que la muerte se produjo debido a causas naturales.
La Funai monitorizaba y protegía al ‘Indio del Hoyo’, desde hace 26 años, cuando fue localizado en la tierra indígena de Tanaru, cerca de la frontera con Bolivia. La Tierra Indígena Tanaru, que tiene 8.070 hectáreas, está clasificada como de uso restringido desde 1998.
De dónde venía su ‘nombre’
Para llevar a cabo los trabajos de monitoreo del indígena, se usaron drones y un escáner en tres dimensiones, así como se recolectaron diversos vestigios en el lugar donde vivía, que también serán analizados.
A lo largo de los 26 años desde que fue hallado este indígena, la Funai ha identificado 53 chozas en las que vivió este hombre, todas ellas con una única puerta y siempre, con un hoyo en el interior de la vivienda, lo que le valió el apodo de “indio del hoyo”.
En la selva brasileña se han identificado al menos 114 pueblos indígenas que viven aislados, sin mantener contacto con los no indios.