Napolitano asume a sus 87 años un segundo mandato como presidente de Italia y abronca a los partidos
Giorgio Napolitano vuelve porque se lo piden, pero sobre todo porque no hay más remedio. El reelegido presidente de la república italiana juró este lunes, a sus 87 años, un segundo mandato de siete años.
El presidente, que dio muestras de emoción y recibió varias ovaciones de gran parte de los parlamentarios, advirtió de modo directo a los partidos de que, si vuelven a mostrarse "insensibles" ante el bloqueo institucional, no dudará en exponer "las consecuencias ante el país".
En un discurso en el que hizo duras referencias a la actitud de los partidos en el pasado y tras las elecciones generales de febrero, el presidente de la República señaló que en los últimos tiempos se hicieron "prevalecer las contraposiciones, la lentitud, las dudas sobre las decisiones a adoptar, los cálculos de conveniencias, las tácticas y las instrumentalizaciones".
No en vano, la división política del país ha impedido hasta ahora formar un Gobierno y consumió en vano cinco votaciones en el Senado para elegir al sucesor de Napolitano. El único candidato claro era el del Movimiento Cinco Estrellas, el jurista Stefano Rodotà, que sin embargo no contaba con los votos suficientes. Los candidatos de la izquierda, entre ellos Franco Marini, pactado con Berlusconi, sucumbieron por falta de apoyos suficientes, incluso entre las filas del centro-izquierda de Pier Luigi Bersani, que acabó dimitiendo. Entre los nombres que se barajaron figuraban los ex primeros ministros Romano Prodi y Massimo D'Alema.
"INSENSIBILIDAD DE LAS FUERZAS POLÍTICAS"
"He llevado a cabo todos los esfuerzos posibles de persuasión, que fueron en vano por la insensibilidad de las fuerzas políticas, que, pese a todo, han acabado pidiéndome que asuma una ulterior carga de responsabilidad para sacar a las instituciones de este punto muerto fatal", afirmó Napolitano.
El presidente de la República, de 87 años y quien llegó al cargo en 2006, dijo que seguirá en el puesto hasta que la situación de Italia y de las instituciones, así como sus propias fuerzas, se lo permitan.
Admitió que el país se encuentra ante pruebas "difíciles y arduas" y ante un futuro incierto, por lo que instó a todas fuerzas políticas a asumir sus responsabilidades y a colaborar para dar salida a la actual situación de bloqueo.
GOBIERNO "EN LOS PRÓXIMOS DÍAS"
"He aceptado la invitación a prestar un nuevo juramento como presidente de la República. Y lo he aceptado también para que Italia consiga en los próximos días el Gobierno que necesita. Y para ello haré lo que me compete, sin ir más allá de los límites de mi papel constitucional, actuando, a lo sumo, como un 'factor de coagulación'", precisó Napolitano.
"El hecho de que en Italia se haya difundido una idea de horror hacia las alianzas, hacia las convergencias entre los partidos de distinto ámbito es una señal de regresión, de la difusión de la idea de que se puede hacer política sin reconocer la complejidad de gobernar", añadió el jefe del Estado, quien puntualizó que en gran parte de Europa occidental existen Ejecutivos de coalición.
El presidente de la República llamó a las fuerzas parlamentarias a aprobar las grandes reformas que el país tiene pendientes, como la de la ley electoral, y subrayó la necesidad de "hacer progresar a una Europa unida, contribuyendo a definir y respetar las exigencias de sostenibilidad financiera y estabilidad monetaria".