La otra Galicia escondida en Europa que Putin amenazó con invadir

La otra Galicia escondida en Europa que Putin amenazó con invadir

La relación entre ambas regiones ha ganado protagonismo en las últimas décadas.

Lviv (Ucrania)Alexandr Spatari

Las relaciones sociales y humanas que han tenido lugar a lo largo de los siglos ha provocado todo tipo de alianzas o vínculos fraternales entre poblaciones de los más dispares y lejanas. Un ejemplo muy común de esto son los lazos que puede haber entre pueblos o localidades de diferentes culturas y países que actualmente son considerados ciudades hermanadas.

En esta ocasión, hablamos de la comunidad gallega y un curioso y particular vínculo que lo une con una región ucraniana, llamada Galitzia-Volynia, hoy convertida en un escenario bélico, provocado por la invasión rusa de Ucrania.

Su ubicación, entre Polonia y Ucrania, podría parecer que poco o nada tienen que ver con 'nuestra' Galicia. Además, los miles de kilómetros que las separan, junto a las diferencias culturales y sociales entre ambas, hacen de esta conexión un fenómeno muy llamativo y particular.

Y es que, esta región está formada por una de las ciudades más importantes de Ucrania, -y que podría convertirse en capital del país en caso de que Kiev cayera-, como es Lviv (Leópolis), además de Hálych, que fue capital del territorio, Ivano-Frankivsk, Ternopil y Chernivtsí. Actualmente, Leópolis es la capital del territorio.

Historia de Galitzia-Volinia

Entre las muchas similitudes entre Galicia y Volinia, destacan el parecido fonético entre sus poblaciones. Esto se debe a que durante el siglo XII, la región ucraniana contó con la llegada de infinidad de tribus celtas, que abrían así una nueva relación entre Galicia (Ibérica) y Galitzia (ucraniana).

Aunque en estos momentos la ciudad está dividida entre Polonia y Ucrania -la capital polaca es Cracovia-, hasta principios del siglo XX estuvo controlada por el Imperio Austrohúngaro.

Así, la Galitzia de los Cárpatos se convirtió en la provincia más poblada y grande del imperio Austriaco, a partir del año 1772, aunque en el 1809 cayó en de los polacos, y en 1867 pasaría definitivamente a formar parte del imperio austro-húngaro con el nombre de Reino de Galitzia y Lodomería.

Posteriormente y hasta que concluyó la I Guerra Mundial, la situación transcurrió de forma calmada y sin grandes problemas, hasta que, con la llegada del período de entreguerras y con la II Guerra Mundial, su ocupación se repartió entre los soviéticos y los nazis.

La región se terminaría dividiendo en el año 1946 entre Polonia y la URSS, con los límetes actuales, hasta la caída del muro de Berlín, en el año 1989, que se consolidaría en 1991, momento en el que Galitzia pasó a manos ucranianas.

'Dos Galicias' a partir del año 2000

Con la llegada del nuevo milenio, ambas regiones vieron una nueva oportunidad para estrechar lazos y llevar a cabo una verdadera relación de hermandad entre los pueblos. Así, en el año 2000, la Conselleria de Cultura impulsó el potenciar la relación entre "ambas Galicias", aprovechando la Semana cultural de Cracovia en Lugo.

Más adelante, en 2015 la Xunta de Galicia logró un encuentro entre el presidente de Malopolska (cuya capital es Cracovia), y el presidente autonómico, logrando establecer nuevos nexos en todos los campos: socioeconómicos, políticos y culturales.

Además de esto, otros momentos claves en la propagación y unión entre ambos pueblos tuvo lugar entre 1880 y 1930, años en los que se produjeron grandes movimientos migratorios con destino Sudamérica, a países como Argentina, Uruguay o EEUU, al tiempo que ucranianos y polacos hacían lo propio desde sus lugares de origen.