Carolina Marín: "Me quiero retirar en una pista de bádminton"
En una entrevista a EFE, la onubense ha desvelado que se recuperará con el objetivo de volver a competir, aunque ahora mismo no piensa en bádminton y tan solo quiere cumplir los plazos marcados por su médico rodeada de su familia.
Es sin duda, uno de los nombres del año no solo en el deporte español, ni siquiera mundial, sino en cualquier ámbito. Carolina Marín ha reaparecido en los últimos días para conceder una entrevista a la agencia EFE donde, ya en frío -y tras un mes desde su gravísima lesión en los JJOO de París 2024-, analiza el punto en el que se encuentra, cómo afronta el futuro y qué aprendizajes saca de la lesión más dolorosa de su vida.
No solo por la gravedad, ni siquiera por el lugar, sino sobre todo por el momento, porque como ella mismo ha confesado "sabía que ese partido (semifinales de los JJOO) no lo perdía. Estaba a solo 11 puntos de una final olímpica..."
Tal y como ha confesado a EFE, nada más llegar al vestuario del Arena Porte de la Chapelle, en París, no pudo hacer otra cosa que no fuese echarse a llorar y decir, textualmente: "no puedo más", aunque a todos nos reconforta escuchar que su principal objetivo es retirarse "en una pista de bádminton", porque hacerlo por una lesión le daría "mucha pena".
Respecto a su estado actual, la onubense ha confesado que se siente mucho mejor que hace un mes, que no piensa en bádminton, lo tiene totalmente "apartado" y que se ha sentido "abrumada por el cariño de todo el mundo en uno de los peores momentos de mi carrera deportiva, tanto físicamente como mentalmente", confesó.
Ahora mismo, su única preocupación, tal y como ella misma ha expresado, recae en recuperarse de la mejor manera de su lesión de ligamento cruzado y menisco, y cumplir los plazos que el médico le ha marcado. "No tengo ninguna prisa, quiero tomarme esto con mucha paciencia, no pienso en bádminton ni quiero pensarlo, ya tendré tiempo para ello. Ahora mismo (el objetivo) es ir poquito a poco con mi fisio, moviendo las cicatrices y empezando a doblar las piernas. Cuando pasen las seis semanas ya empezaré con una preparadora para hacer la rehabilitación".
Por desgracia para la andaluza, la suerte no le ha acompañado con las lesiones a lo largo de su carrera, y al igual que le ocurrió en 2019, en este 2024 la crueldad se ha vuelto a cebar con ella, con una nueva lesión de ligamento cruzado que ya le resultaba familiar.
"Yo sabía desde el primer momento que me había roto, porque escuché el crujido e hice el mismo salto y la misma caída que en 2019 cuando me lesioné también esta pierna [...] en ese momento miro a Fernando y le digo 'me he roto", asegura. Pese a ello, Carolina trató de continuar, pero si contra algo no se puede luchar es contra los límites del cuerpo humano, y finalmente, tuvo que retirarse.
"Lo quise volver a intentar porque ya llevaba set y medio ganado y es de esos partidos que te encuentras tan bien contigo misma, tan concentrada y ves que la rival no tiene nada que hacer contra ti porque no sabe buscar una salida y lo quise intentar, pero sabía que me había roto, que la rodilla no tenía ninguna estabilidad" afirma.
Pese a todo, si se tiene que quedar co un momento de aquel fatídico día, lo tiene claro: la ovación del pabellón. "Es un momento que nunca olvidaré al igual que nunca olvidaré en mi vida el momento en el que gané el oro en Río de Janeiro donde había miles de españoles, miles de indios y toda la ovación también del público, la celebración, el disfrutarlo con todo el público", recuerda.
El 'momento podio' de su rival, He Bing Jiao, con la bandera de España
No podía faltar una alusión a su rival en semifinales, la china He Bing Jiao. El gesto, dice Carolina que no se lo esperaba pero que, evidentemente, le llegó al corazón. "No me imaginaba en mi vida que una jugadora asiática, y sobre todo siendo como son los chinos, que conozco muy bien su cultura, un poco cerrados..., no me podía imaginar que me pudiera dedicar ese momento en el podio", asegura.
Aunque también confiesa que su rival se encontraba "muy tocada". "Sé que ella personalmente estaba muy tocada porque al final, cuando pasas a una final, habiendo ganado un partido así, no es de buen gusto. Nunca quieres acabar un partido con tu rival lesionada".
Y en la enésima muestra de deportividad y más en el momento más duro de su carrera, Carolina le deseó "lo mejor, que disfrutara de la final olímpica y diera lo mejore de ella para poder conseguir el oro", que finalmente no pudo lograr. Pese a ello, afirma que no ha podido volver a hablar con ello y que no tiene ningún contacto suyo, aunque le agradece "de corazón un gesto" que jamás habría podido imaginar.
Pero el año no ha acabado para Carolina, y todavía le queda una cita más que importante este año: recoger el premio Princesa de Asturias del Deporte. Este reconocimiento le llega en un momento clave, por una trayectoria deportiva casi inigualable y en una disciplina con prácticamente nula tradición en España, muy poca financiación y teniendo en frente a toda una potencia como China.
Por último y respecto a los planes de futuro, Carolina ha afirmado no ponerse plazo, aunque confiesa que al "estar parada tienes más tiempo para pensar contigo misma, para reflexionar", y confirma que "hay algunas ideas", principalmente la de retirarse "en una pista de bádminton". Aunque recalca nuevamente "que no me marco ningún tiempo. No quiero tener ninguna prisa, como por ejemplo, he tenido las dos anteriores de volverlo antes posible, no".