Sánchez se encamina a su tercer mandato tras encajar todas las piezas del puzle de la investidura

Un camino que podría dar para varias temporadas de la serie que todavía está pendiente de estrenar sobre el día a día de Pedro Sánchez. Casi medio año después de que anunciara el adelanto electoral tras los resultados del 28-M, la situación ha dado un giro total y pese a lo que apuntaban muchas encuestas, el líder socialista está muy cerca de lograr su objetivo de seguir siendo presidente del Gobierno durante los próximos cuatro años.

Un análisis que daría no para un extenso reportaje, sino para más de un libro. El líder del Ejecutivo en funciones ha vuelto a usar su Manual de Resistencia y, frente a lo que se vaticinaba en el mes de junio, en los próximos días se enfrentará a su cuarta sesión de investidura en el Congreso de los Diputados.

El resultado, salvo sorpresa mayúscula, será el mismo que el del último debate en el que participó, el de 2020, que le encumbró como líder del Ejecutivo durante cuatro años, tras acordar el 'sí' de ERC, PNV, Coalición Canaria, EH Bildu, BNG, Sumar y Junts.

Es, precisamente, la última de ellas, la que lidera Carles Puigdemont, la que ha sido objeto de tensión en las negociaciones en las últimas semanas. Pero la fumata blanca llegó desde Bruselas el pasado jueves, con un acuerdo para desbloquear la mayoría necesario en la Cámara Baja.

Tira y afloja, con final feliz

El acuerdo entre PSOE y Junts llegó, justamente, una semana después de que el ministro de la Presidencia Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática en funciones, Félix Bolaños y el presidente de ERC, Oriol Junqueras, rubricaran un pacto para la investidura.

Unos hechos que se produjeron cuando todo parecía indicar que la siguiente firma se produciría de forma instantánea durante las horas siguientes. Pero a lo largo del pasado fin de semana, las negociaciones han ido en aumento, pese a las pequeñas diferencias que seguían separando a la formación de Puigdemont del 'sí' definitivo.

Unas conversaciones que se han producido mientras la tensión iba en aumento, día tras día, frente a la sede del PSOE en la calle Ferraz. Miles de personas se manifestaban contra la ley de amnistía y también se producían disturbios contra grupos radicales que querían acceder a las instalaciones socialistas.

Sánchez no dudó en visitar la sede nacional y mostrar su respaldo a todos los trabajadores, revelando que "vamos a tener Gobierno, vamos a gobernar cuatro años, no nos intimidan".

Pero el 9 de noviembre, mismo Día de la Almudena, festivo en Madrid, también ha sido objeto de celebración para el líder socialista. Santos Cerdán firmó en Bruselas l acuerdo con Junts sobre la ley de amnistía y su apoyo a la investidura. "No es un acuerdo de investidura, es un acuerdo de legislatura", aseguró.

Con los apoyos atados

Por si fuera poco, el PSOE ha atado dos últimos acuerdos, este mismo viernes, que han resuelto, prácticamente, cualquier duda sobre el futuro de Pedro Sánchez en La Moncloa. Tanto el PNV como Coalición Canaria han confirmado su 'sí' al presidente en funciones. 

La única y breve incógnita recae en el que había sido su socio de coalición durante la pasada legislatura, Podemos. Su secretaria general, Ione Belarra, ha pedido a su militancia que, hasta este martes, digan si quieren que los cinco diputados de la formación morada apoyen a los socialistas o no.

Algo que la propia ministra de Derechos Sociales y Agenda 2030 en funciones anunció el pasado viernes, pero a lo que también respondió, justificando que el resultado debería ser el 'sí' a la investidura.

Pero los ojos ahora miran a la presidenta del Congreso, Francina Armengol, a la espera de que se conozcan los días concretos en los que Sánchez se someterá a debate para lograr su tercer mandato como presidente del Gobierno.

Todo parece indicar que la Cámara Baja acogerá esta misma semana la sesión de investidura y, de hecho, según recoge la Cadena SER, todo apunta a que serán los días 15 y 16 de noviembre. Pero todavía no hay nada oficial.

Una semana 'más tranquila'

Sí, parece difícil de creer, pero, para Sánchez, la próxima semana, en la que, con casi toda probabilidad, será nombrado presidente del Gobierno, será más tranquila, comparado con lo que ha vivido en el último mes.

Aunque, sobre todo, en comparación con las movilizaciones que se han ido produciendo en los últimos días, sobre todo la multitudinaria manfiestación que el PP ha convocado este mismo domingo en las 52 capitales de provincias en contra de la amnistía.

Muchas han sido las dudas sobre si el PSOE lograría alcanzar los apoyos necesarios. Las negociaciones han ido alargándose hasta que este viernes se han atado los 179 votos favorables. No ha sido fácil. Han tenido que alcanzar acuerdos con siete formaciones políticas.

Un día después de que el candidato socialista salga elegido, deberá acudir a La Zarzuela para prometer ante el rey Felipe VI su cargo como presidente. Después de ese momento ya habrá tiempo para comenzar a pensar en la composición del Ejecutivo central para los próximos cuatro años.

Pedro Sánchez se encamina al que será su tercer año al frente del Gobierno de España, en una semana que parecía de lo más imposible tras las elecciones autonómicas y municipales del 28-M, pero que ha terminado siendo una realidad tras lograr encajar todas las piezas del puzle.